Marcador engañoso

Un penalti inventado por el árbitro italiano Carmine Russo y una floja segunda parte sentenciaron al Deportivo en el Olímpico de Roma frente a un Lazio al que los coruñeses dominaron durante la mayor parte del encuentro y al que casi tuvieron contra las cuerdas, pero al que les faltó noquear, lo que conseguirían de estar más acertados en el remate a portería. El conjunto blanquiazul tuvo la pelota, tuvo profundidad y también tuvo remate, pero le faltó acierto, el que le sobró a Muslera, portero mundialista con Uruguay, que sacó una mano prodigiosa para despejar una vaselina de Adrián y evitar que el delantero asturiano firmase su segundo gol en el partido, que hubiese supuesto además colocar al Deportivo con ventaja en el marcador.

El ensayo, que es de lo que se trata, que cerró la fase de preparación fue positivo, sobre todo durante la primera hora. Menos, aunque también se pueden sacar conclusiones, a partir de entonces. Sobre todo a partir del penalti que pitó Russo tras el piscinazo de Hernanes ante un sorprendido Laure, que nada hizo para cometer la infracción. Fue el punto de partida para la derrota. Sin embargo, a los puntos el cuadro coruñés hubiese obtenido el triunfo con cierta nitidez. La movilidad y profundidad de Adrián fue un suplicio para los defensores italianos, la llegada de Desmarets y su facilidad para el disparo, la incorporación de Michel, bastantes aspectos positivos. Lo peor, la entrada de un animal llamado Cribari, que casi le criba la pierna a Riki, de forma innecesaria. El madrileño sólo tiene una contusión.