Spa, cuesta arriba para Alonso

Las condiciones cambiantes de la pista a causa de la lluvia arruinaron la sesión de clasificación al piloto asturiano, que parte desde la décima posición de la parrilla

Fernando Alonso, durante la tercera tanda de clasificación celebrada ayer en el circuito de Spa. / christophe karaba

Fernando Alonso, durante la tercera tanda de clasificación celebrada ayer en el circuito de Spa. / christophe karaba

Álvaro Faes Enviado Especial A Spa (Bélgica)

Un milagro, de aquellos de antaño, de los que hacía Alonso cuando tenía todo en contra, cuando luchaba con un Renault contra el imperio de Schumacher y Ferrari (2006), o contra Raikkonen y un McLaren (2005) superior. Les robó un Mundial a cada uno a base de hazañas. Eran proezas como la que se plantea para hoy, décimo en la parrilla de Spa, con todos los gallos por delante. Lo mejor, lo más positivo para los que confían en el asturiano es que no se mostró preocupado por algo que encendería señales de alarma en cualquier casa. Curioso cómo se desinfló el Ferrari en Bélgica, imperial el viernes y perdido el sábado, ya desde la sesión libre de la mañana, mientras Mark Webber cazaba otra pole, su quinta del ejercicio, y Hamilton resucitaba al McLaren colocándolo junto al líder del Mundial.

Casi todo tiene explicación en la Fórmula 1 y hay que hablar de apuestas para saber qué le sucedió a Alonso, mucho más lento que su compañero Massa (1,1 segundos). Un órdago arriesgado el que tomó el asturiano junto a su equipo. Dicen las previsiones que hoy lloverá a mares. Por eso sacaron el F10 con reglajes de agua, con mucha carga aerodinámica (menos velocidad en recta y más estabilidad en las curvas). Ahí sufrió el asturiano en una clasificación casi en seco.

Spa, cuesta arriba para Alonso

Spa, cuesta arriba para Alonso

Del sábado al domingo no se puede variar esa configuración y por eso en Ferrari rezan para que se cumpla el pronóstico, a pesar de que así aparecen decenas de variables que convierten la jornada en una lotería: accidentes, coches de seguridad, chaparrones repentinos que te hunden o te catapultan en la carrera? Sin agua y con ese alerón estará perdido. No podrá adelantar en Les Combes ni después del Bus Stop, los dos puntos calientes de la pista.

Llovió también en la primera toma de tiempos pero luego apenas se mojó más la pista. Solo al final, y entonces también le vino mal al asturiano, porque para ese momento esperaban seco y habían guardado un juego de neumáticos blandos sin usar para ese momento. No le sirvieron para nada con el asfalto húmedo.Alonso se esperaba al último momento para dar el golpe, al menos para colocarse en las primeras líneas de la parrilla y por eso su primer paso en la Q3 lo hizo con un juego usado en la anterior tanda.

Fue de los pocos que escogió esa opción y entonces empezó a cavar su tumba. Spa se le pone cuesta arriba, tanto como la impresionante rampa de Eau Rouge, donde Senna decía que hablaba con Dios, que su cabeza le pedía pasarla a fondo pero su pie no se lo permitía. Ya no es lo mismo, la tecnología ha cambiado, también el firme, las escapatorias y demás, y todos la hacen con el acelerador hasta el final.

No dan muchas explicaciones desde Ferrari. "Un día difícil", dicen a través de los canales de la Scuderia, a la vez que se agarran al pequeño chaparrón de la Q3. "Había guardado un juego de neumáticos nuevos pero Spa es impredecible. Llovió un poco al acabar y no pudo hacer el tiempo que es capaz", explica Chris Dyer, ingeniero jefe de Ferrari.

Mientras Alonso sufría Mark Webber sonreía desde la pole. Otra vez un Red Bull al frente, por mucho que se señalaba la pista belga como su talón de Aquiles. Vettel se quedó en la segunda línea (cuarto) porque cometió un error de pilotaje que le arrebató un puñado de décimas. Al alemán le mejoró Robert Kubica. Cada vez sorprende menos ver al polaco delante, lanzado gracias al conducto F que estrena Renault este fin de semana, y haciendo subir su cotización cada domingo en el mercado de la Fórmula 1.

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