Aldán, descanso del guerrero

El palista apunta que ahora quiere estar con su "familia" - "Quiero recuperarme antes de decidir hacia dónde orientar mi futuro"

Cal, en el centro, antes de la rueda de prensa.

Cal, en el centro, antes de la rueda de prensa. / gonzalo núñez

C. C. | cangas

Un pasado glorioso, un presente convulso mediáticamente y un futuro incierto, aún por escribir. David Cal inicia a partir de hoy una nueva vida en la que su primer objetivo es tomarse un descanso después de una prolífica carrera de 24 años en el piragüismo y de haber competido en cuatro citas olímpicas.

"Ahora quiero estar en casa con mi familia, descansar, recuperarme. Esto ha sido algo repentino y tampoco he tenido mucho tiempo para pensar en el futuro". David Cal toma aire después de uno de los días más difíciles de su trayectoria y deja las decisiones sobre el futuro para más adelante, aunque sí anuncia que le "gustaría hacer algo relacionado con el deporte, transmitir mis experiencias y vivencias a otros atletas". Ayer demostró tener las cosas bastante claras a la hora de dar algún consejo a los jóvenes. "No los animaría a hacer una carrera o ir a los Juegos Olímpicos, pero sí a hacer deporte y a disfrutar de él. Lo mejor es disfrutar de lo que haces, porque si no es muy complicado llegar". Y en ese camino hacia el éxito Cal condensa en unas pocas palabras toda su filosofía. "Para estar en la élite no hay secretos. Se trata de trabajar y de hacer las cosas bien. Ése es el único secreto", sentencia.

Es tiempo de reflexión, de echar la vista atrás, de recordar todo lo que ha pasado desde que con 8 años apareció en el muelle de Aldán para empezar a practicar piragüismo. La estampa de ese niño se convirtió luego en la del primer olímpico cangués -mérito compartido con Teresa Portela en Sidney 2.000- y en la del coleccionista de medallas en Atenas, Pekín y Londres hasta alcanzar las cinco, tope máximo en España. "No me esperaba esta carrera. Empecé con 8 años y lo que me apetecía era pasarlo bien, disfrutar de la piragua y de la playa. No era algo buscado, pero cada vez te marcas metas más altas. No me podía imaginar esto", afirma el canoísta de la aldea de Vilariño (O Hío).

Quedará siempre la duda de si se le ha dado la valía, la importancia que ha tenido en la historia del deporte español. Él no lo valora: "No sé si soy la persona adecuada para hacerlo, pero el piragüismo se ha dado mucho a conocer. Es un deporte en el que antes conseguir medallas parecía imposible y ahora es algo normal. Gente como Saúl [Craviotto], Perucho o Maialen [Chourraut] están a un nivel muy alto y desde aquí los animo". Sí reconoce marcharse con una espinita clavada a pesar de su espectacular curriculum. "He sido campeón olímpico y campeón del Mundo, pero nunca he sido campeón de Europa. Lo he sido en categorías inferiores, pero en absoluto solamente he conseguido medallas de plata y de bronce", admite, antes de ofrecer la explicación a esta "laguna" en su palmarés. "Los Europeos siempre coincidían antes de otros campeonatos y nunca llegaba a tope para poder conseguir buenos resultados", señala. Su preparación, orientada al éxito olímpico, le llevaba a sacrificar determinadas competiciones, como los Campeonatos de Europa.

Ahora resta por conocer cuándo se le brindará un homenaje a este canoísta que forma parte de la más brillante historia del deporte español. Él permanece ajeno. "Hablé con Alejandro Blanco el martes y me comentó que querían hacer un acto pero no concretó la fecha. Yo le dije que sí, después de Semana Santa, que pusiese fecha que no habría problema", señala. El alcalde cangués, José Enrique Sotelo, añadió en su despedida simplemente: "Cangas estará a la altura de las circunstancias".

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