fútbol - Primera División

Vinicius, el ‘Rock and gol’ del Madrid

Recuperó su mejor versión para rescatar a los de Ancelotti saliendo del banquillo

Vinicius celebra el tercer gol con Rodrygo. |  // MANU FERNÁNDEZ/AP

Vinicius celebra el tercer gol con Rodrygo. | // MANU FERNÁNDEZ/AP

Denís Iglesias

Dice Carlo Ancelotti que al Bernabéu le gusta el rock and roll y para el italiano el público es soberano. Sin embargo, el Real Madrid de principio de temporada no tenía tan clara la partitura. Era un grupo de los grandes y eso le basta para no peder en ningún concierto. A la sexta actuación apareció el frontman, un espectacular Vinicius que empezó el partido desde el banquillo y lo rompió en la segunda parte con una excelente asistencia a Rodrygo y una buena finalización a pase de Mbappé. Antes, Carvajal había igualado el tanto inicial que metió en propia meta Courtois. El francés obtuvo otro gol tras un penalti forzado por Endrick.

Entró el Real Madrid al partido con una formación distinta. En el bajo, marcando el ritmo, Modric, quien sigue teniendo las ideas más fluidas. En banda, un segundo guitarra de lo más imaginativo como Arda Güler. Y en la batería, Tchouaméni, como central resignado. Bellingham aparecía en todos los escondites para robar al Espanyol un balón que persiguió sin éxito. La táctica de Manolo González pasaba por resistir una vez que perdió la batalla en el centro del campo frente al 4-2-3-1 que tuvo a Mbappé en punta. Obra del francés fueron algunas de las mejores ocasiones del Real Madrid.

Arda Güler avisó antes que nadie y animó al resto. Para el galo, una dejada con clase que el 9 madridista no enganchó con precisión. No es la primera vez que esto le pasaba a un Mbappé que tiende a caer en la ansiedad con el paso de las oportunidades falladas. Vio una amarilla por protestar a Martínez Munuera. Joan García se hizo grande contra los locales, que quisieron inventar una fiesta en el Bernabéu desde el principio. Sin embargo, acabó perdiendo el monopolio al borde del descanso, al que se llegó con un 0-0.

La segunda parte arrancó eléctrica, con otro remate malogrado de Mbappé y una respuesta fugaz del Espanyol. Dos golpes bajos que se retumbaron en el Bernabéu. El primero, un disparo envenenado de Jofre y el segundo un zurdazo de Carlos Romero con todo el espacio del mundo. Es cierto que el Real Madrid se revolvió casi al instante. Esto no oculta la vulnerabilidad que ofrece cuando no defiende como un equipo, algo habitual. Se notó en el gol con el que puso por delante el Espanyol, una contra finalizada por Jofre, quien tuvo como marca a Güler antes de rematar un balón que acabó metiendo en propia meta Courtois. Un Real Madrid deslavazado encontró el empate rápido por otro fallo de un portero, en este caso, Joan García.

El empate restableció los roles, con un Real Madrid dominador y un Espanyol agazapado. Al equipo de Ancelotti le bastaba el empuje para llegar, aunque lo hacía con el desconcierto de ver por veces a Mbappé ocupando el espacio del recién incorporado Vinicius y a Bellingham en modo box-to-box. Un centro al fondo de Militao llevó al brasileño a golpear el césped con ferocidad. Era un abordaje, con Fran García rematando desde dentro del área y otras situaciones impropias. Hasta que apareció la samba brasileña, el estilo que mejor le queda a este Madrid. Vinicius mandó un exquisito pase que Rodrygo remató. El certificaría el triunfo ante el Espanyol con una excelente finalización a pase de Mbappé, quien obtuvo su gol ordinario tras un penalti forzado por el relámpago Endrick.

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