El Barça confirma su recuperación y ya es tercero en la Euroliga

Después de ganar en este pletórico mes de enero al conjunto revelación (Paris), al líder (Mónaco) y al campeón (Panathinaikos), el Barça no se permitió un descuido ante el Anadolu Efes, necesitado como está de victorias para apuntalar la recuperación que ha iniciado (90-80). Ya le había batido en Estambul, en el brillante inicio de la competición europea, cuando se situó líder y no se sospechaba de las miserias posteriores, y corroboró la solidez alcanzada en el inicio del año con una actuación muy completa en la que seis jugadores sumaron dobles dígitos de puntos y todos anotaron. Todos menos Willy Hernangómez, que maldecía la condena que tiene adjudicada de ser el doceavo de la plantilla.

La consistencia del juego barcelonista invita a anunciar la rehabilitación del equipo después de adquirir una dosis de agresividad defensiva, sumando personales, que se lo puede permitir por la profundidad de banquillo, y rebotes, que se lo debe exigir. Superó en ambas facetas a un Anadolu peor respecto al de los últimos años. El Barça ya es tercero en la tabla. Le queda pendiente, el domingo, batir al Surne Bilbao y meterse en la Copa Rey para restablecer la normalidad tras unos meses convulsos. El temple, en la cancha, ya lo ha retomado, y gestionó con solvencia el final del duelo al encararlo con 13 puntos de ventaja, su máxima renta (85-72).

Los cuatro triples anotados de salida por el Efes doblaron el marcador inicial (9-18) en favor de los visitantes, que el Barça no restauró hasta iniciado el segundo cuarto (27-24), cuando se igualó el porcentaje de acierto y ajuste defensivo azulgrana, laxo hasta entonces por el quinteto inicial. No abandonó la delantera en cuanto tomó el mando del marcador.

Tampoco el Anadolu fue un dechado de presión que contuviera el ataque azulgrana. Vincent Poirier cometió las dos primeras (una antideportiva) a 40 segundos del final y permitió al Barça alcanzar su mayor cota al borde del descanso (48-40). El cero del casillero de Jabari Parker, demoledor el martes ante el Panathinaikos, resultó sorprendente por inhabitual.

La recuperación de Vesely y, sobre todo, la de Chimezie Metu multiplica el poder del Barça para enderezar su marcha; en la Euroliga ya se ha producido, y la de la Liga queda pendiente del resultado del domingo, que debe clasificarle para la Copa. Youssoupha Fall había sentado las bases en otro capítulo de su progresión desde la nada. Enchufó diez puntos impecables (5 de 5), planteando un reto que sus compañeros aceptaron e igualaron: Metu y Vesely comenzaron sus series sin fallo.