Las referencias de sir Alex Ferguson, mánager del Manchester United, al abuso de poder del Madrid en la época anterior a la democracia son constantes. El escocés realizó un duro ataque al club del Santiago Bernabéu, que insiste en hacerse con los servicios del portugués Cristiano Ronaldo, líder del United. "El Madrid, como club del General Franco, tiene una historia antes de que la democracia llegase a España y es capaz de conseguir a quien quiere y como sea", dijo esta semana. Ayer, Alfredo di Stéfano, presidente de honor del club blanco fue consultado en el Consejo Superior de Deportes sobre las palabras del técnico escocés. "El único Franco que conozco era uno que jugaba en el Deportivo de La Coruña", respondió el ex futbolista blanco, en clara alusión a Rafael Franco, el delantero centro argentino del conjunto blanquiazul a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta.

Franco (Rosario, Argentina, 1923) llegó al Deportivo en la temporada 1948-49 en donde jugó hasta la campaña 1951-52. Antes, había militado en Newell´s Old Boys, de su ciudad natal, Chacarita, Nacional (Uruguay) y Marte (México). Después de su paso por el equipo coruñés militó en el Valladolid, Racing de Ferrol y Estoril (Portugal). Una vez finalizada su carrera profesional como futbolista pasó a los banquillos para dirigir a numerosos equipos de la Península Ibérica, además de la selección de Venezuela. Una vez concluida su carrera futbolística se asentó en A Coruña, donde había conocido a su esposa y donde residió hasta su fallecimiento en octubre de 1997.

Rafael Franco hizo época en el cuadro deportivista, con el que logró el subcampeonato en la temporada 1949-50. En el curso siguiente -1950-51- formó en una de las delanteras más famosas de la historia del Deportivo y del fútbol español: recibió el nombre de la Orquesta Canaro, en la que Franco formaba con Corcuera, Osvaldo, Moll y Tino. Un cinco mítico formado por futbolistas míticos, entre ellos Rafael Franco del que Alfredo di Stéfano se acuerda perfectamente. "De los futbolistas argentinos y buenos me acuerdo de todos", le dijo la Saeta Rubia a Lis Franco, hija del ex futbolista hace unos años y periodista de la Radio Autonómica Galega. Sabía perfectamente de quien hablaba Di Stéfano. Ambos vistieron los colores de River Plate, aunque no coincidieron. Franco tuvo el infortunio de toparse con uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos en el eje de la vanguardia, José Manuel Moreno, El Charro, de quien los más veteranos dicen que incluso supera al mejor Maradona.

En aquellos tiempos no había cambios en el fútbol y los titulares lo eran de forma permanente, salvo lesión. Fue lo que obligó a Rafael Franco a emigrar a Uruguay. De ahí se fue a México y posteriormente llegó al Deportivo con la carta de libertad en la mano. Tenía 25 años. Estaba en pleno apogeo. Su llegada y la de otros compañeros, catapultaron al equipo blanquiazul a la elite del fútbol español, que en la última jornada de la campaña 1949-50 soñaba con hacer con el título de Liga. Tenía que perder el Atlético de Madrid, pero no lo hizo y el triunfo se fue para los colchoneros. Franco se quedó sin aquel título de Liga; tampoco disfrutó del único que luce en la vitrinas del Deportivo, pero sí llegó a saborear el triunfo de la primera Copa del Rey del equipo de su ciudad, A Coruña, el lugar en el que se asentó, muy lejos de aquel Rosario que lo vio nacer en 1923. Como él, otros compañeros de época siguen aquí, entre ellos el gran Dagoberto Moll (Uruguay, 1927). Todos recordados por el Di Stéfano.