Versión defectuosa

Cambió el escenario, la Copa por la Liga, y cambió también el Deportivo. El equipo que en los últimos dos meses ha encontrado un ritmo vivo y un estilo consistente en la competición doméstica y en la UEFA dio paso ayer en Sevilla a otra escuadra que, pese a arreglar su apariencia con el resultado a última hora, se puso un disfraz deslucido, sin brío y con algunos graves descosidos en su tejido.

Cuanto mejor se defiende, sea en la parcela del campo que sea, más probabilidades existen de mantener la construcción en pie; pero el Deportivo empezó ayer a perder firmeza en sus pilares por su línea más retrasada, una zaga que a partir de los quince minutos se decidió a asaltar un Sevilla más suelto. Por la derecha, Manuel Pablo descuidó casi siempre su espalda y Diego Capel le dio cuerda a sus veloces piernas para avanzar sin vacilación o subir sin dificultades al remate. Por la izquierda, Laure se encontró con el apresurado Jesús Navas, que en prácticamente todas las veces que encaró al deportivista tuvo comodidad para centrar. La diestra y la zurda fallaron estrepitosamente en el 2-0: Navas nunca tuvo encima la pierna de Laure, Capel se recreó mirando el cogote de Manuel Pablo y, para colmo, por el centro empujó el balón a la red Kanouté sin ningún aliento contrario cerca. En la segunda parte los dos laterales del Dépor cambiaron de banda.

El ejemplo ilustra los defectos del juego defensivo del equipo coruñés, que también hizo aguas en el centro del campo: por allí Antonio Tomás y De Guzman tomaron el relevo de Juan Rodríguez y Sergio, habituales en la Liga últimamente, pero el primero no fue obstáculo para las combinaciones locales y el segundo vivió en constante aceleración, con tales prisas que regaló demasiados balones y cometió faltas de más por desajustes en la colocación.

La presión en la media por la que apostó de arranque el Dépor se desinfló pronto, cuando el Sevilla respondió mejor y ganó metros para llegar al área contraria con más hombres que cuando los blanquiazules lo intentaban en el lado opuesto, con un Riki sin demasiadas ayudas cerca. Además, las bandas deportivistas en ataque se quedaron cojas enseguida. Cristian entró raudo en el choque con dos intentos por la izquierda y Pablo, con otros dos por la derecha, pero después ambos se perdieron en el anonimato salvo cuando el gallego remató forzado en el área al borde del descanso.

Y en vanguardia, poco. Quien más remató en el primer tiempo fue un defensa, Colotto. Riki, que completó en Copa un partido cuando no lo hace en Liga, anduvo trabado. Valerón se dejó ver a ratos, cortos e insuficientes. Tuvo errores el Dépor, no se pareció al que en las dos pasadas jornadas ligueras, gustó y se gustó contra el Recre y el Getafe. Una mala versión logró, en cambio, un marcador esperanzador.