El Liceo dispara a discreción

El Coinasa Liceo tenía la obligación de ganar a un Maçanet, teóricamente inferior, para no desligarse de la cabeza de la clasificación y no sólo lo hizo, sino que ofreció al público coruñés una auténtico recital de goles y de calidad. Todo el equipo arrimó el hombro para dejar fuera de combate a los catalanes cuanto antes y Jordi Bargalló, artífice de cuatro de los diez tantos del Liceo, se encargó de hundir las mínimas aspiraciones del Maçanet con dos perfectas dianas en los minutos 8 y 16, que abrieron la puerta del festín liceísta (10-2). A la faena se sumaron Pablo Álvarez con dos goles, los mismos que Martín Pajero; Reinaldo, con un potente disparo; y el jugador del filial Eduard Lamas, que agradeció la confianza de José Querido marcando el octavo tanto verdiblanco tras una gran acción individual.

No sólo la delantera coruñesa estuvo acertada ayer, la línea defensiva también se lució al no dar opciones a los visitantes de acercarse a la portería de Llaverola. Las únicas ocasiones de peligro del Maçanet llegaron desde lejos e incluso éstas fueron escasas. Si los dos goles iniciales de Bargalló hirieron de gravedad a los catalanes, incapaces de reaccionar, Pablo Álvarez se encargó de dejarlos moribundos con el 3-0 en el minuto 18, un espléndido tiro a la escuadra que puso en pie al público del Palacio.

En los minutos finales del primer tiempo, el equipo de Marc Siscart buscó con rápidos contraataques un gol que lo metiera en el partido, pero se toparon con Grasas y Bargalló, que firmó un encuentro perfecto tanto en la defensa como en el ataque lilceísta.

Nada más reanudarse el juego tras el descanso, Martín Payero primero y Pablo Álvarez veinte segundos después dejaron más que sentenciado un partido fácil y sin historia. Con la moral del rival por los suelos, Reinaldo se sumó a la goleada de sus compañeros con un potente y certero disparo. Dos minutos después, Payero anotó su segundo tanto de la tarde y el séptimo del Liceo, una ventaja más que suficiente que animó a Querido a dar minutos a los suplentes.

Vallina se hizo cargo de la portería y realizó una buena actuación, a pesar de encajar los dos goles del Maçanet, uno de penalti y otro en un momento de confusión en la defensa local. Eduardo Lamas, en el 42, y Bargalló, en el 48 y a falta de un segundo, cerraron la goleada.