El Dépor vuelve a dar facilidades

El Barça te mata porque es el Barça. Si además le das facilidades, automáticamente estás muerto. Demostró que hoy por hoy es infinitamente superior al Deportivo y a casi todos los equipos de la Liga. Hasta ahí, nada que objetar. Lo malo es que el Dépor volvió a cometer errores que son evitables, en general por falta de tensión y concentración. El 1-0 nace de una pérdida infantil de Juan Rodríguez en el centro del campo; en el 2-0 Manuel Pablo no salta de cabeza con Henry; y en el 3-0 Cristian corre sin sentido en un saque de banda y deja solo a Alves para que envíe el centro al área. Ahí se acabó el partido. Igual que el día del Sevilla, los desajustes defensivos volvieron a condenar al Deportivo.

Daniel Aranzubia encajó cuatro tantos hasta que fue expulsado, pero aun así fue el mejor de los blanquiazules. El dato lo dice todo. Sus intervenciones evitaron que la goleada fuera todavía mayor. Sus compañeros lo dejaron varias veces vendido porque el sistema defensivo volvió a hacer aguas. Además, faltó contundencia y alguna que otra falta táctica para detener la apisonadora blaugrana. El Dépor fue muy blandito y dejó que el Barça moviera el balón a sus anchas, con velocidad y precisión. Así es una misión imposible puntuar en un campo como el Camp Nou. El conjunto de Pep Guardiola atacó con mucha verticalidad, buscándole las espaldas a los zagueros, que se vieron obligados a defender demasiado cerca de su portería. Además, cada vez que el Dépor robaba el balón lo perdía inmediatamente, y así es imposible hacerle daño a un equipo como el Barça.

El dominio catalán en la zona ancha fue aplastante. Sergio y Juan Rodríguez, imprecisos, ni tan siquiera pudieron toserle a Xavi, Keita y Touré Yaya, que impusieron su superioridad tanto numérica como de calidad en la parcela central. El Dépor corrió más que su rival, pero siempre detrás del balón. El balance ofensivo de los coruñeses fue el más pobre de la temporada. Apenas una par de aproximaciones durante los noventa minutos.

Cristian, solidario en las coberturas pero sin profundidad, se limitó más a defender que a atacar. Aun así envió algunos centros, que ya es algo. Lafita, que sustituyó al lesionado Guardado, tampoco apareció demasiado. También se echó de menos la aportación entre líneas de Joan Verdú. No hubo conexión con los de arriba y el resultado fue que apenas se crearon ocasiones de gol. Clara, ninguna. El Deportivo dio facilidades para la goleada, pero perder en el Camp Nou entra dentro de lo previsible. Lo malo para el futuro inmediato es que Miguel Ángel Lotina pierde a dos de sus mejores hombres, Aranzubia y Guardado, para la visita al Bernabéu. Después tocará el Villarreal en Riazor. El calendario es difícil, pero es el que toca.