Adiós a las vacaciones

En Portugal, en la región del Algarve, a unos pocos kilómetros del centro de Portimão, se verá por primera vez el R29. El monoplaza de la crisis tendrá forma desde primera hora de la mañana. Será un acto sencillo, muy alejado de los pretenciosos homenajes que daban los equipos a sus patrocinadores y amigos el día de la puesta de largo del monoplaza.

La previsión es que Fernando Alonso haga de oyente y se limite a posar para los fotógrafos y a analizar los primeros datos con los ingenieros. Según anunció la escudería, los dos primeros días del coche sobre el asfalto serán para Nelson Piquet. Trabajo sucio para el brasileño, que sufrirá con el arranca y para del primer día y los defectos de juventud habituales en el estreno. El plan oficial dice que Fernando Alonso llevará el R29 el miércoles y el jueves.

Si Renault cumple el programa previsto, levantarán la persiana del garaje a primera hora de esta mañana. Primer golpe de vista para la nueva máquina de Fernando Alonso. Se verá un coche raro, como de Fórmula 3, que es lo que parecieron los primeros monoplazas que ya han visto la luz. La casa del rombo será la cuarta en ponerse de largo, después de que en los últimos días hayan abierto la veda Ferrari, Toyota y McLaren. También hoy en Portugal se estrena Williams. El alerón trasero estrecho y alto; el delantero, bajo y ancho, y un chasis liso, sin elementos aerodinámicos, dibujarán el perfil del nuevo Renault, muy extraño, seguro, al primer golpe de vista, como eran aquellos monoplazas de los primeros años ochenta.

A las puertas del garaje posarán los pilotos y Flavio Briatore, el director de la escudería. Se verán los nuevos colores, sin estridencias respecto a lo ya conocido. El banco holandés ING sigue al frente del patrocinio, así que el naranja y el blanco continuarán en la carrocería, junto al amarillo marca de la casa de Renault. La entrada de Total como suministrador de carburantes en lugar de Elf añadirá tonos rojos al vehículo.

El R29 de la crisis será realidad hoy después de muchas horas de trabajo. El pasado verano, en la fábrica de Renault en Enstone redoblaron esfuerzos para mejorar el R28 y a la vez no retrasar el proyecto de esta temporada. Hasta la primera carrera, en Australia, restan dos meses. Tiempo justo para afinar los primeros errores e intentar llegar en las mejores condiciones. Porque a Alonso no le vale repetir lo del año pasado. Espera seguir en la línea del final del campeonato pasado, casi al mismo nivel que los mejores, dispuesto a pelear por las victorias.

Será inevitable hablar de Ferrari. Da igual que Montezemolo, su presidente, haya dicho que no necesitan al asturiano para ganar. Los caminos del piloto y del equipo se cruzarán tarde o temprano. Todo el mundillo de la Fórmula 1 lo da por hecho, aunque de puertas hacia afuera se guarde la compostura. Será el sambenito con el que deberá cargar Alonso toda la temporada. No pasará ni una sola carrera sin que alguien le pregunte por el cavallino. Casi como el año pasado.