DEPORTIVO

El Dépor, en rehabilitación

R. Fernández | A Coruña

El cuadro blanquiazul quiere recuperar las buenas sensaciones con las que finalizó el año pasado y dejar atrás la eliminación de Copa y las dos derrotas de Liga frente a Sevilla y Barcelona, ambas especialmente dolorosas por la forma en que se perdió más que por otra cosa. "Sabíamos que iba a ser muy difícil sacar puntos en estos partidos, sobre todo, fuera de casa en Barcelona y la semana que viene en Madrid, pero contra el Villarreal tenemos que aprovechar que jugamos en casa", explica Andrés Guardado.

El mexicano, que cayó lesionado en el partido del sábado en el Camp Nou y se perderá previsiblemente los dos próximos meses de competición, concuerda con la idea de que lo peor fueron las formas en los últimos traspiés. "Nos fastidió mucho la derrota contra el Sevilla por cómo fue, porque podíamos haber ganado y al final no fue así, pero ahora queremos pasar página y sabemos que vienen partidos más complicados y sabemos que tenemos que mantener una regularidad si queremos aguantar en la posición que nos encontramos ahora".

En Barcelona, a diferencia del partido de Liga en Riazor contra el Sevilla, todo fue mucho menos doloroso. El Dépor no tuvo ni una sola ocasión de ganar. Entregó el partido desde el pitido inicial a un rival que no concede segundas oportunidades. Lo peor de la goleada (5-0) del Camp Nou no es el golpe anímico para los pupilos de Lotina, pues era algo que más o menos ya tenían asumido de antemano, sino el precio que encima tuvo que pagar: Andrés Guardado se lesionó y Dani Aranzubia fue expulsado. Ninguno de los dos podrá participar el próximo domingo a las nueve de la noche en el Santiago Bernabéu, como Omar Bravo, que cumplirá su segundo partido de sanción frente al Real Madrid.

Tres bajas significativas, que se agrava en el caso del interior mexicano. Guardado sufre, a falta de las pertinentes pruebas médicas que lo confirmen, una rotura de fibras en el gemelo de su pierna izquierda por la que permanecerá en el dique seco por espacio aproximado de dos meses. "Un mes es lo mínimo", respondía el doctor Ramón Barral con tono de preocupación en el aeropuerto de Barcelona cuando se le preguntaba si ése sería el tiempo de recuperación del azteca, que más bien tiene entre mes y medio y dos meses para estar a punto, si se confirma el diagnóstico en la ecografía que le realizarán entre hoy y mañana.

Una jugada fortuita en el centro del campo en el partido del sábado provocó la lesión de Guardado. "Fue un gesto muy extraño, porque tampoco fue en una acción muy exigente; la verdad es que de repente recepcioné de espaldas, me vino a apretar Alves y sentí como me pegaba con la punta de la bota en el gemelo, y cuando apoyé ya sentí que me dolía y vi que ya no podía apoyar más, sentí la misma sensación del año pasado", recuerda el mexicano la lesión muscular en los isquiotibiales que sufrió la temporada pasada el 2 de febrero en el Ruiz de Lopera en la jornada 22. Ese contratiempo le impidió volver a jugar de titular en las últimas dieciséis jornadas del campeonato de Liga. Tardó mes y medio en volver a pisar un campo y sólo disputó 73 minutos en cuatro partidos diferentes, pero sin el protagonismo al que está acostumbrado en el Deportivo. "Ya lo viví el año pasado y es bastante jodido lesionarte, el hecho de tener que quedar fuera y más en este momento que vienen partidos muy importantes para el equipo y también con la selección mexicana, que empieza la eliminatoria para el Mundial en febrero, pero me lo tomo con mucha tranquilidad por la experiencia que ya tengo de otros años y sé que lo más importante ahora es recuperarme", señala Guardado.

Tracking Pixel Contents