Lotina confirma a Munúa

La sentencia es firme: Gustavo Munúa será el segundo portero del Deportivo hasta final de temporada en detrimento de Fabricio Agosto que ha perdido por completo la confianza de su entrenador, Miguel Ángel Lotina, el técnico que más apostó por él desde su llegada al Deportivo. La razón es que intenta quedarse a las puertas de los quince partidos oficiales como jugador blanquiazul y evitar de esta manera la conversión automática en profesional del cuadro coruñés. Podría jugar hoy en el Santiago Bernabéu, de hecho estaba dispuesto a hacerlo, pero no así en los demás partidos en los que fuese necesaria su presencia. El argumento que utilizó Lotina para descartarlo para este partido fue simple: "Tras hablar con el jugador y con la información que tengo, he actuado de la forma más sensata. No tengo otra solución". Fue la explicación del entrenador ayer en Abegondo. "No voy a desvelar lo que me dijo; que lo haga él si lo desea", añadió el entrenador. No lo va a hacer, porque guarda silencio desde que comenzó la temporada, al parecer por orden de su representante, Eduardo Llanos.

El pulso que el agente del portero canario mantiene con Augusto César Lendoiro sobre el contrato del futbolista ya no es una cuestión individual, pues ha afectado de lleno a la planificación del equipo. Otra vez la polémica surge desde el vestuario, como sucedió la pasada temporada, aunque por una cuestión completamente diferente. Lotina aprendió de lo sucedido tras el affaire Aouate-Munúa y no está dispuesto a dejarse pillar "por el toro". "De los errores se aprende y de lo sucedido el año pasado he aprendido mucho", explicó el entrenador blanquiazul, que insistió una y otra vez que no desvelaría el contenido de la conversación que mantuvo con Fabricio. "No voy a echar a nadie a los caballos", comentó. "No voy a decir lo que me ha dicho", añadió con un gesto que parecía no reflejar su sentimiento, que tampoco quiso desvelar, pues a la cuestión de si se sentía decepcionado respondió con el silencio.

Oportunidad

Tampoco se necesitan demasiadas palabras para deducir que Lotina sí lo está, y bastante, ya que Fabricio fue una apuesta suya desde que llegó al Deportivo. "Creo que todo el mundo sabe lo que yo he apostado por él", comentó el entrenador deportivista, en referencia a la alternativa que le dio la pasada temporada tras el enfrentamiento entre Munúa y Aouate, y la sentencia que tantos disgustos le costaron al técnico: "Fabricio será el portero hasta final de temporada". No pudo cumplir su palabra porque el canario parecía desinflarse a medida que pasaban los partidos y recurrió de nuevo al portero israelí, ahora en el Mallorca. Acabó fichando a Dani Aranzubia, pero Lotina insistió en su confianza en Fabricio al que convirtió en segundo portero de la primera plantilla, con galones en los partidos de Copa del Rey y con su estreno en los dos de la Copa Intertoto, pero esta historia llegó ya a su final. Desde ayer, cuando se hizo oficial la convocatoria para el partido de Madrid, Fabricio descenderá algún escalafón en el equipo. "Hago lo que creo que es mejor para el vestuario", justificó el entrenador.

Su decisión le abre de nuevo las puertas a Gustavo Munúa, que en la segunda parte de la competición adquiere un protagonismo que le puede favorecer toda vez que en junio queda libre. No es una suposición, al final lo aseguró el propio entrenador. Tardó en confirmarlo, pero acabó haciéndolo. "Si tú dices que yo no cuento ya con Fabricio, y yo asiento... Lógicamente". Ese lógicamente se refería a que sí, a que Munúa será desde hoy el segundo del primer equipo blanquiazul, por detrás de Aranzubia, que será baja en el encuentro de esta noche en el Santiago Bernabéu por sanción, tras la expulsión de que fue objeto la pasada semana en el Camp Nou, al cometer penalti sobre Puyol. Las oportunidades que puedan tener el meta uruguayo serán más bien escasas, pero si llegan serán para él, ya no para Fabricio.