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La nueva estrella se llama "Quirós, Álvaro Quirós"

Álvaro Quirós posa con el trofeo ganado en Qatar. / reuters

Álvaro Quirós posa con el trofeo ganado en Qatar. / reuters

Antonio Tomás | A Coruña

"Soy Quirós, Álvaro Quirós", así se presenta la revelación del golf español, como hiciera en sus películas el mayor de sus ídolos, el celebérrimo James Bond. El de Qatar fue el tercer título de su carrera, que comenzó con el Alfred Dunhill (diciembre de 2006) y siguió en el Portugal Masters, el 19 de octubre de 2008.

Su actual ranking mundial le facilitará disputar los cuatro grandes de la temporada y los Mundiales WGC. También ha visto mejorado su cartel como invitado para elegir torneos y su figura es un buen reclamo para los patrocinadores que todavía brillan por su ausencia.

La máxima aspiración de Quirós era, sólo hace unos meses, comprarse un coche, adquirir un ático en Guadiaro para vivir con su novia, y disputar el último Volvo Masters en Valderrama, el gran campo situado a dos kilómetros de su casa.

Tras lo ocurrido en Qatar su actualidad ha dado un vuelco a esos deseos, alguno cumplido como las llaves del coche o jugar el Volvo Masters: a los 300.000 euros de premio deberá añadir los ingresos que tendrá por competir en los mejores torneos del calendario frente a las figuras mundiales de este deporte.

Su ficha talismán de dominó, la supervisión técnica de Pepín Rivero, los consejos puntuales de su caddie David McNeallie, una descomunal pegada, el talento, el desparpajo y la suerte de ser un sufridor del Atlético de Madrid cobraron forma para que llegara al mejor sitio en el momento adecuado.

Pese al éxito, Quirós también visitó con anterioridad la otra cara del deporte, la crueldad de las lesiones. Mientras permanecía inactivo durante meses esperando a que la muñeca le dejará, incluso, escribir sin notar dolores, la mente de Quirós volaba por los campos de golf.

De nuevo en tierra, el éxito llamó a su puerta. El domingo de gloria en Qatar, el gaditano de sonrisa eterna se vistió con los colores de su Atleti, polo rojo y pantalón blanco. "Me vestí así para honrar a mi Atleti", comentó tras su victoria.

Su teléfono no para ahora de sonar, aunque él lo que espera con ansiedad es una llamada de Enrique Cerezo. Quiere estar en el Calderón. "Con mi pegada y la del Kun, algo se podría hacer", bromea.

Con lo que no bromea Quirós es con la ausencia de patrocinadores. "Empecé a los 14 años a jugar con Juanjo Bezares, que llevaba patrocinadores de arriba a abajo. Y yo aquí, de blanco impoluto", se lamentó tras ganar en Portugal y durante el Castellón Masters.

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