Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

tenis

Nadal-Verdasco: uno, a la final

Nadal saluda al público tras ganar a Simon. / wimborne

Nadal saluda al público tras ganar a Simon. / wimborne

Miguel Luengo | Melbourne (Australia)

Los dos completaron una jornada estelar al vencer en un doble duelo a Francia y dejar a este país con la miel en los labios. Nadal se deshizo de Gilles Simon por 6-2, 7-5 y 7-5 en dos horas y 28 minutos, mientras que Verdasco ajustició a Jo-Wilfried Tsonga, finalista en el 2008, por 7-6 (2), 3-6, 6-3 y 6-2 en dos horas y 48 minutos.

En la otra semifinal masculina, que se disputará hoy, lucharán el estadounidense Andy Roddick y el suizo Roger Federer, con el de Nebraska, ahora entrenado por Larry Stefanki, soñando con una victoria como la que logró en Miami el año pasado, la primera después de 11 derrotas en cinco años, aunque el balance es de 15-2 para Federer.

Nadal-Verdasco: uno, a la final

Nadal-Verdasco: uno, a la final

Nadal y Verdasco son compañeros de Copa Davis y se aprecian. En el vestuario, tras ganar Verdasco a Tsonga, Nadal fue uno de los primeros en felicitarle. "Gran partido", le dijo, "especialmente los dos últimos sets". Pero mañana en la pista será otra cosa porque el de Manacor le ha vencido en seis ocasiones, cediendo un solo set y destrozándole en la última, en Roland Garros de 2008 por 6-1, 6-0 y 6-2.

Esta semifinal será un duelo especial para ambos, porque presentará a un Nadal que no ha cedido ni un set en este Abierto y a un Verdasco con la moral por las nubes tras ganar a rivales con los que antes dobló la rodilla, como el checo Radek Stepanek o el británico Andy Murray, habiendo traspasado la barrera de cuartos, una de sus metas, y ya con tarjeta de top ten, porque ya es noveno del mundo.

A pesar de que Nadal derrotó en tres sets a Simon, fue éste uno de los partidos más duros que el español ha jugado este año en Melbourne. El tenista de Niza corrió y corrió sin parar, haciendo que el número uno pusiese todo el peso en la bola, para esperarle a la contra y enviarle misiles después.

Nadal perdió su saque en tres ocasiones, pero al ir casi siempre por delante no le costó devolver la moneda a su rival casi a continuación y romperle en siete ocasiones. Simon, que le venció el pasado año en Madrid, incomodó demasiado su juego y llevó al número uno del mundo a intercambios interminables, para intentar su fallo.

Pero al final la suma de errores no forzados pesó más en el bando del francés, 41 por 24 de Nadal, que se colocó en semifinales sudando más que en las rondas anteriores, pero con la misma confianza.

Antes, Verdasco había exhibido talento y fuerza para doblegar a Tsonga, un paso de gigante que confirma que cree cada vez más en sí mismo, gracias a un potente servicio, a unas piernas aceradas y a una cabeza siempre en su sitio que le permite no ahogarse por más que el peligro asome.

Fer no se amilanó ante la beligerante figura del francés, verdugo de Nadal en las semifinales anteriores, y basando su juego en un servicio excepcional logró su mejor resultado en un Grand Slam.

Mucha culpa de que Verdasco ocupe ahora ya un puesto en semifinales se debió al saque, con el que anotó siete directos, el último para cerrar el partido. Tsonga sólo logró romperle dos veces y tuvo 13 ocasiones, mientras que Verdasco fue más certero, al confirmar cuatro de cuatro.

Fernando es ya el sexto español que ha logrado las semifinales en el Abierto de Australia tras Juan Gisbert, Andrés Gimeno, Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal. Los tres primeros han sido los únicos que han alcanzado la final aquí, con Gisbert (1968), Gimeno (1969) y Moyá (1997), pero en el palmarés no figura raqueta hispana alguna como campeona.

Tracking Pixel Contents