La semana pasada era Laure el que sorprendía a todos, incluso a los médicos, con una recuperación milagrosa de su rotura fibrilar. Ahora es Lopo el que ha acortado los plazos de manera prodigiosa. El domingo abandonaba el césped de Riazor en camilla con un dolor intenso en la espalda debido a una lumbalgia aguda. Al día siguiente, el lunes, se le diagnosticaba un esguince interapofisiario y una contractura muscular derivado del mismo. Todo hacía presagiar que se iba a perder la visita a Gijón, pero ayer el central se ejercitó con total normalidad. Completó la sesión al mismo nivel que los demás, y sin resentirse, por lo que si no hay novedad podría estar a disposición de Miguel Ángel Lotina para el encuentro de El Molinón.

En el momento de retirarse a los vestuarios tras el ensayo matinal de ayer, el futbolista aseguró que sus sensaciones son buenas. Lotina también es optimista. "Hizo todo el entrenamiento. Si continúa con normalidad y no tiene molestias, podría estar disponible", explicó. Tras el partido de Gijón el Dépor recibirá al Betis en Riazor y no volverá a competir hasta el 5 de abril debido al parón liguero. El Espanyol será el primer rival tras ese paréntesis de quince días y para entonces Lotina confía en recuperar a varios de sus lesionados: Zé Castro, Antonio Tomás, Rodolfo Bodipo y Manuel Pablo, "con la duda de Manuel y la posibilidad de que Zé Castro adelante su vuelta".

Paciencia con Mista

Más lejano parece el regreso a los terrenos de juego de Miguel Ángel Ferrer, Mista, que disputó su último partido oficial en Aalborg, el pasado 18 de febrero. Su pubalgia se está tratando de corregir mediante tratamiento conservador, pero eso requiere mucha paciencia en su puesta a punto. De momento, no hay una fecha aproximada para la reaparición del murciano.