Sin embargo a Pau Gasol el recuerdo de la fatídica noche del 16 de agosto de 2007, cuando falló en la final del Europeo de Madrid la última canasta a falta de dos segundos ante Rusia, le carcomió las entrañas hasta este domingo. Ganar el oro ante Serbia con autoridad no sólo fue el mejor desquite que podía desear el jugador de Sant Boi, sino que llevarse a casa el galardón de mejor jugador del torneo y alzarse como el líder indiscutible de los suyos en los momentos más difíciles ha proporcionado al ala-pívot un final de temporada glorioso. 2009 será sin duda un año inolvidable para Pau Gasol.

El año no pudo comenzar mejor. El pasado 2 de enero, durante su segunda temporada en Los Angeles Lakers, Gasol logró superar la marca de los 10.000 puntos a lo largo de su carrera y se convirtió en el segundo jugador europeo que menos tiempo invirtió en conseguirlo. El primero fue el alemán Dirk Nowitzki. A finales del mes de enero, la NBA anuncia que el jugador catalán disputará el All Star de Phoenix en el equipo de la Conferencia Oeste; sería la segunda vez que Pau participaba en este evento. En el All Star, ayudó a la victoria de su equipo con 14 puntos y 8 rebotes.

Pero su momento más dulce en la mejor liga del mundo aún estaba por llegar. Por segundo año consecutivo, Pau Gasol -primer español en llegar a unas Finales de la NBA (2008)- y Los Lakers emprendían el camino hacia el anillo de campeones. Esta vez el equipo ya estaba engrasado, maduro y listo para enfundarse la preciada joya. Tras una reñida final ante Orlando Magic, que se decidió por 4-1 a favor del conjunto angelino, el 15 de junio de 2009 Pau volvió a hacer historia, algo a lo que se está acostumbrando a pasos acelerados, al ser el primer jugador español en ganar un anillo de la NBA. Convertido en una pieza fundamental en el engranaje de Los Lakers, fue un claro protagonista en el triunfo de su equipo. En el quinto y definitivo encuentro de la serie sus números fueron 14 puntos, 15 rebotes y 4 tapones.

Tras una intensa y fructífera temporada en Los Angeles, unas extensas y relajantes vacaciones se las tenía más que merecidas. Pero eso no evitó que saltaran todas las alarmas en la Federación Española de Baloncesto ante la posible ausencia del pívot titular de la selección en la cita de España en el Eurobasket de Polonia. Tras días de súplicas y chantajes emocionales varios por parte de medio país, antes de que el jugador se hubiese pronunciado oficialmente sobre el tema, el mayor de los hermanos Gasol anunció su participación en el torneo. Una cita que tenía marcada en su calendario para saldar una cuenta histórica vestido con la camiseta de España y una personal tras su modesta y aciaga actuación en el Europeo de Madrid dos años antes.

Una pequeña fractura en el dedo índice de la mano izquierda fue el primero de los sustos que se llevó el de Sant Boi en su camino hacia la conquista del oro que tanto se le resistía a España. Como única y clara favorita a llevarse el torneo, la selección que dirige el italiano Sergio Scariolo -el segundo en despertar las dudas por el pobre juego que desplegó el equipo en los primeros partidos- comenzó a tambalearse debido a las dos derrotas iniciales, la sombra de mal agüero que resucitó la canasta fallada por Llull a 12 segundos del final frente a Turquía y el toque de atención (para muchos una rajada en toda regla) de Marc Gasol.

Había llegado el momento de Pau. Dejando a un lado las molestias en su protegido dedo, el pívot de Los Lakers protagonizó la transformación española. Por fin el equipo impuso su condición de favorita y demostró a qué había ido a Polonia. Con un Pau Gasol pletórico en todas las facetas de su juego, el oro se hizo un camino de rosas. Sin restar ningún mérito al resto de campeones. Para cerrar el año más redondo de esta estrella supernova del baloncesto español, al histórico oro se suma su primer premio al mejor jugador del Eurobasket, y el segundo como máximo anotador del torneo. Todavía con el gusto en los labios, Gasol afirma que "de una forma u otra" estará en el Mundial de Turquía 2010. A por otro título para su abarrotada vitrina.