La Copa Continental viajó a Barcelona después de que el conjunto azulgrana se impusiera al Coinasa Liceo en un partido en el que los árbitros y su esperpento de penaltis, cartulinas y faltas directas fueron decisivos. Los verdiblancos perdieron la cuenta del número de faltas que les pitaron. En sólo una mitad ya llevaban 10 y vieron dos rojas y una azul. Pero se señalaron también cuatro penaltis, tres a favor de los culés. La puntería a balón parado fue al final lo que decidió. El Barça, que fue mejor, lo metió todo y los coruñeses lo fallaron, si bien también se anuló a Pablo Álvarez un gol cuando el duelo estaba muy igualado desde los 7,40 metros por supuestamente levantar el stick.

El Barça comenzó a lo grande. Por eso el conjunto de Carlos Gil decidió jugar con mucha precaución, más pendientes de no cometer errores y de no dejar espacios que de atacar. Aún así, el primer gol culé llegó cuando los herculinos estaban en inferioridad tras una azul a Bargalló y después de que Malián detuviese una falta directa. El Liceo fue despertando y Pablo Álvarez dio una perfecta a asistencia a Lamas, que solo ante el portero, hizo el empate antes del descanso, aunque aún hubo tiempo para que los colegiados señalaran la décima falta de los coruñeses, aunque Malián la detuvo la falta directa a tiro de Carlos López.

En la segunda mitad, pasó de todo. Empezó con un penalti a favor del Liceo. Cuando Bargalló iba a tirar, Sergi Fernández se movió y recibió la azul. Entró Egurrola, que detuvo el lanzamiento. Cuando más volcados estaban los coruñeses los árbitros señalaron un penalti que Ordeig se encargó de transformar.

A continuación, llegó la décima falta del Barça. Pablo Álvarez marcó el 2-2, pero le anularon el gol por levantar el stick. En la jugada siguiente Torra hizo el tercero. Al minuto hubo un penalti para el Liceo y se volvió a repetir la historia. Egurrola se movió y vio la azul. Salió Sergi Fernández y también lo paró.

A la jugada siguiente, gol a la contra de Borregán. Pablo Álvarez recortó distancias, pero con un nuevo penalti, Borregán sentenció. El auxiliar del Liceo vio la roja, igual que Josep Lamas al final del partido, cuando le señalaron otro penalti. Torra fusiló, y con el conjunto coruñés hundido y con tres jugadores, llegó el séptimo de Adroher.