Carlos Gil, entrenador del Coinasa Liceo, volvió de Bilbao tras perder la Copa Continental con el Barcelona (7-2) con mal sabor de boca y con la sensación de que su equipo estuvo al nivel, pero que hay cosas que se le escapan de las manos: "El Barça es un gran equipo y podemos competir con él. El Liceo mantuvo ese nivel a lo largo de muchos minutos y el resultado no se ajusta a lo que pasó, pero está ahí, hay que aceptarlo, ver en qué nos equivocamos, qué podemos mejorar y lo que no depende de nosotros sí que ya no podemos hacer nada".

Se refiere, sobre todo, a las decisiones arbitrales. "No estuvieron acertados. No sé si salieron demasiado pendientes del partido, demasiado responsabilizados o qué, pero no les salió bien y nosotros salimos perjudicados. El gol de Pablo -que suponía el 2-2 y que fue anulado -condicionó mucho el resultado", denuncia. Pero no fue el único error: "Acabamos la primera parte con diez faltas y en muchas de esas situaciones no estábamos de acuerdo. Nos pitaron muchos bloqueos en movimiento y eso condiciona mucho tu forma de defender. Parece que hubo allí una guerra y no fue eso. Parece que cada partido que no nos va bien nos quejamos de los árbitros, pero la gente que vio el partido la gran mayoría coincide en esa apreciación".

Gil cree que también se equivocaron en las continuas interrupciones del juego. "Era un partido para que se dejara jugar porque tampoco hubo un golpe mal dado ni ninguna jugada malintencionada. Ese número de faltas, las expulsiones de los porteros, los cuatro penaltis, las faltas directas, las inferioridades... son demasiadas incidencias", relata y se quejan de un distinto rasero: "En el primer penalti, sacaron azul a Bargalló y tuvimos que jugar con uno menos y nos metieron el primero. Pero en una jugada igual, nos pitaron penalti a favor, pero no hubo azul para el Barça. Y las rojas son muy graves, suponen dejar al equipo cuatro minutos con uno menos. La de Josep es en una falta que le hacen a él, por eso protesta de manera airada. Los jugadores ya estaban muy nerviosos y deberían haber tenido más mano izquierda".

Aún así, Carlos Gil reconoce la superioridad del Barcelona y los errores de los suyos. "El Barcelona jugó muy bien, nosotros también, sobre todo al final de la primera parte, en la que les hicimos sentirse vulnerables, como reconoció Pujalte. Pero nos faltó acierto. No podemos pretender ganarle al Barça marcando sólo dos goles", concluye el bonaerense.