Poco antes de emprender el viaje hacia Blanes para disputar la Copa del Rey de hockey sobre patines, Carlos Gil, entrenador del Liceo, apunta alto. "El objetivo es siempre hacerlo lo mejor posible y para nosotros lo mejor es llegar a la final y ganarla", reconoce el argentino, que tiene sus razones para marcarse esa meta: "Para eso se ha preparado el equipo y estamos en condiciones de ir a competir e ir a buscar esa final. Sólo falta llegar allí y que la suerte también nos ayude".

La fortuna en este tipo de competiciones es un factor más. Bien lo sabe el conjunto herculino, al que la suerte dio la espalda en las dos últimas ediciones. Cruel fue perder en semifinales contra el Vic en el torneo que se disputó en 2009 en A Coruña con un gol a falta de veinte segundos. Aunque todavía peor fue quedarse fuera de la final el año pasado tras ir dominando todo el partido y encajar dos goles del Vilanova en los 50 segundos finales, el último tanto, además, sobre la bocina. El técnico coruñés, no obstante, no cree que esto les vaya a pesar.

"Yo creo que no, que son circunstancias que tiene el hockey. El año pasado hicimos un partido muy completo con el Vilanova y fueron unas circunstancias raras. Dos jugadas aisladas en un encuentro que teníamos bastante controlado y que no nos permitieron llegar a la final", dice. "Son las alternativas que tiene el deporte y para eso tenemos que estar preparados. Debemos tener la seguridad de que lo que estamos haciendo funciona y tener mucha confianza en nuestra capacidad y en nuestras posibilidades".

En la misma línea se expresa Josep Lamas. "Las experiencias negativas de otros años espero que nos sirvan para que no se repitan otra vez en esta Copa. Además, este año tenemos el plus de que llevamos un año más juntos y un año más con Carlos", dice. Jordi Bargalló, por su parte, no quiere pensar en fracasos: "No me lo planteo, voy con toda la ilusión de ganar la Copa, porque sino ya no iría. De todas formas, siempre que el equipo luche y lo dé todo sobre la pista, nunca se pude hablar de fracaso aunque no se consiga el objetivo".

El sorteo de los emparejamientos no fue benévolo con el Liceo. En cuartos de final, un encuentro complicado porque es con el que hay que abrir fuego, le tocó el siempre temible equipo anfitrión, que en este caso es el Blanes. En semifinales, se cruzará o con el Barça o con el Vilanova, dos conjuntos con los que los verdiblancos tienen cuentas pendientes. Los azulgranas, porque ya le han quitado esta temporada un título, la Copa Continental. Los naranjas, por la eliminación de la última edición del torneo del KO.

"Los dos partidos tienen morbo", admite Lamas. "Ya tenemos ganas de ganar al Barça este año", continúa. Gil alaba de los azulgranas su "gran plantilla" y advierte de que el Vilanova "es uno de los equipos que más ataca y presiona en este tipo de competiciones". Sin embargo, Bargalló apunta que "lo primero es pasar a semifinales" y para conseguirlo hay que superar al Blanes: "Para ganarles tenemos que controlar el tempo del partido. Ir a nuestro juego, como estamos haciendo, y a partir de ahí, no regalarles más bolas de las necesarias porque ellos aprovechan muy bien el contragolpe. Pero sobre todo, controlar, ser los dueños de la bola".

Pista nueva

A pesar de que el Blanes es el anfitrión, no podrá beneficiarse del conocimiento de la cancha donde se disputará el torneo, porque el Pabellón de la Ciudad Deportiva se estrena con la competición. "Vamos a jugar en una pista nueva, no se ha jugado nunca allí y el que mejor se pueda adaptar a las condiciones de la pista también va a tener algo ganado", analiza Carlos Gil. "No sabemos en qué condiciones está, sólo que es de madera. Pero esto es algo que será igual para todos. El que mejor se adapte, llevará algo de ventaja", añade.

Otro de los factores que puede influir en el juego del Liceo son los arbitrajes. Muy escocidos después de la actuación de la pareja de colegiados en la Copa Continental, los coruñeses, según Bargalló, prefieren no pensar en ello y no escudarse en los árbitros: "No podemos pensar en los árbitros porque es algo que no depende de nosotros y no podemos cambiar. Confío en que lo harán lo mejor que puedan, eso sí, lo que yo les pido siempre es coherencia y creo que la van a tener".

A pesar de todos los condicionantes, Josep Lamas manda un mensaje de esperanza: "Vamos muy ilusionados porque estamos haciendo una buena campaña y los últimos partidos nos han ido bastante bien. El último, el del Reus, que para nosotros era como una piedra de toque para esta competición, nos dejó la moral muy alta y nos reafirmó en que si hacemos las cosas como debemos y tenemos la pizca de suerte necesaria, podemos hacer un buen torneo".