El Sporting de Gijón encontró en el Granada el mejor remedio a sus males y a su costa logró la primera victoria de la temporada sin hacer un gran partido ante un rival que en la primera parte le dio muchas facilidades y en la segunda evidenció por qué es el equipo que menos goles ha marcado esta temporada. Los locales se jugaban mucho en este choque porque su situación en la clasificación no estaba para desperdiciar muchas más opciones de sumar la primera victoria.

No había pasado ni un minuto cuando Barral probó suerte y el balón fue rechazado de nuevo por el portero granadino, pero en la tercera llegada Roberto no pudo hacer nada ante un nuevo disparo de Barral que, tras quebrar a un defensa, adelantó al Sporting en el marcador haciendo bueno un gran pase de André Castro. Precisamente el portugués, en una de las múltiples llegadas locales, se aprovechó de un mal entendimiento entre Roberto e Íñigo López, que se hicieron un lío con el balón y se lo dejaron para que el rojiblanco marcara a puerta vacía un gol que daba mayor tranquilidad a la grada y también al juego local, a pesar que antes del descanso Juan Pablo salvó a su equipo ante Uche.

El Granada salió en la segunda parte con mucha más ambición y pasó a dominar el juego con algunas internadas peligrosas especialmente por la banda izquierda pero sin llegar a rematar con claridad. El Sporting cedió terreno, de lo que se aprovechó el Granada para tener el balón mientras que los gijoneses, cuando se hacían con el esférico, buscaban rápidos contraataques pero de nuevo el individualismo de Barral frustró alguna ocasión. La segunda parte fue de pésima calidad porque los locales optaron por defender el resultado y los andaluces, negados de cara al gol, desperdiciaron todas las ocasiones que crearon.