Buen partido del Dépor, cuyo mejor síntoma fue que Aranzubia apenas tuvo trabajo. El planteamiento fue diferente en cada tiempo. En el primero presionó delante y en el segundo replegó y salió a la contra. Como ocurrió el sábado pasado, el rival anuló a Valerón, pero se olvidó de Guardado. El Dépor combatió bien la defensa adelantada y en línea del Córdoba con pases largos a la espalda de los centrales para aprovechar la velocidad de Riki y Salomão. Hubo un pero, si esta acción la hubieran repetido más con la entrada de la segunda línea, el resultado habría sido mayor. Maniató bien al rival obligándole a cometer muchos errores en el pase. Además, hay que destacar el pase de Guardado en el primer gol y el despeje orientado de Jesús Vázquez en el segundo.