El cadáver del piloto italiano Marco Simoncelli llegó este martes al aeropuerto romano de Fiumicino y fue recibido entre aplausos por el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Gianni Petrucci, y por numerosos trabajadores.

En el vuelo viajaron también el padre del fallecido, Paolo, su novia, Kate, y su compañero de escudería y amigo, Valentino Rossi.

"Estamos todos aquí para mostrarle nuestro cariño a este joven", dijo Petrucci, según informan medios italianos. El padre del piloto dio las gracias por el pésame: "Un beso para todos los aficionados de Marco".

Rossi se mostró profundamente conmovido aún con la muerte de Simoncelli: "Marco era un grande. Nunca lo voy a olvidar". Al mismo tiempo subrayó que "jamás" habló de retirarse.

Cuando aterrizó el féretro de Simoncelli en el aeropuerto, centenares de trabajadores del aeropuerto lo recibieron espontáneamente con aplausos.

El miércoles, sus aficionados podrán despedirse del piloto de 24 años en el Teatro Coriano. Su entierro será el jueves en Coriano, su ciudad natal.

El ex campeón del mundo cayó al suelo y fue arrollado por el estadounidense Colin Edwards y Rossi en la segunda vuelta del Gran Premio de Malasya. El motivo de su caída y de que se le saliera el casco aún no están claros. Los resultados de la autopsia se conocerán en seis semanas.