Cosas de la televisión, que siempre es la que más manda, obligan al Liceo a una guerra relámpago, con dos partidos en tres días. Primero hoy (19.30 horas), en la siempre complicada Les Comes, donde disputa sus encuentros como local el Igualada. Después el lunes, pasado mañana, cuando recibirá al Vic en el Palacio, pero no en su pista, ya que las normas de la cadena que tiene los derechos de retransmisión, Teledeporte, imponen una nueva, azul celeste para hacer más atractivo visualmente el juego. Los de Carlos Gil culminarán la semana con la disputa del primer título del año, la Supercopa de Europa, que les llevará a Viana para enfrentarse al Benfica el día 5 de noviembre. Será también su cuarto cambio de superficie en una semana. Una locura que hace que los verdiblancos se enfrenten a un doble enemigo: los propios rivales y el cansancio acumulado.

"Lo que me da más miedo es el cansancio. Hay que programar no sólo muy bien el trabajo, sino también los descansos y la recuperación", confiesa Carlos Gil, que en principio no tirará de jugadores de la cantera para completar la convocatoria. "A Igualada iremos los nueve que somos, después ya se verá", dice, algo preocupado porque los dos relevos naturales para el primer equipo, Anxo Varela y David Rodríguez, andan con molestias musculares estos días. Intentará incidir en las rotaciones, aún a sabiendas de que con los jóvenes en la cancha les cuesta mantener al cien por cien la concentración. "Tenemos que mezclar las dos cosas".

Del rival, destaca que es un "equipo rápido, que se ha reforzado muy bien y que saldrá muy motivado", pero también tiene ciertas dudas sobre el arbitraje, que no le gustó mucho en el debut contra el Vilanova de la semana pasada, a pesar del triunfo final por 7-5: "A Toni le pitaron un penalti que no se pita en ningún otro sitio, pero si hay una cosa que no nos puede desencajar es el arbitraje, porque acabaremos dándoles la razón para que nos muestren la siguiente azul". Eduard Lamas fue uno de los artífices de la remontada en la primera jornada. De golpe, titularidad y dos goles. "Estoy muy contento, aunque la responsabilidad es para los veteranos y los goles... que los marquen los delanteros", bromeó ayer. Para el benjamín del grupo la clave ante el Igualada será "una buena defensa y jugar en conjunto".