El Basilea dio la gran sorpresa de la fase de grupos al derrotar por 2-1 al Manchester United y sacar al subcampeón europeo de la Liga de Campeones. Al Manchester le bastaba con un empate, pero siempre fue a remolque y no encontró la forma de evitar la que supone su tercera eliminación en la fase de grupos en diecisiete años, tras las de las temporadas 1994-95 y 2005-06.

Y es que no le está resultando fácil la enésima reinvención del Manchester a Alex Ferguson. Camina con el pie cambiado frente al City en Inglaterra, ha sido eliminado de la Copa de la Liga y no ha sido capaz de entrar en octavos pese a verse encuadrado en un grupo que, con el Basilea y el Otelul Galati rumano, no debería haber tenido demasiados problemas.

En St Jacob Park, Ferguson no quiso arriesgar. Regresó al equipo David de Gea, juntó de nuevo en el centro de la defensa a Rio Ferdinand y Nemanja Vidic y entregó el mando del centro del campo a Ryan Giggs, con Rooney y Nani como referentes ofensivos. Un equipo de garantías que se supondría que no tendría problemas para prolongar a nueve encuentros la racha invicta como visitante, en el partido 300 de los Diablos Rojos en Europa. Pero todo se desmoronó a los diez minutos, cuando en una jugada sin excesivo peligro chocaron Vidic y Chris Smalling, De Gea despejó como pudo el remate del montenegrino Xherdan Saqiri y Marco Streller aprovechó libre de marca el rechace para fusilar al meta español.

Para aumentar la desgracia, Vidic tuvo que retirarse antes del descanso, después de que Streller se cayese sobre su rodilla y le provocase una lesión de ligamentos "que hace temer lo peor", según el club inglés.

Con mucho tiempo por delante y más experiencia que el rival, que tan solo en una ocasión se había asomado a octavos, el Manchester comenzó el asedio de la meta de Yann Sommer, pero lesionado Chicharito no tuvo quien la embocara. No, desde luego, el coreano Park, solo en el centro del área, ni Rooney cada vez más alejado de las zonas de peligro.

No hubo tampoco la esperada reacción tras el descanso. Al contrario, el Basilea atacó más y la primera acción de peligro de los Diablos rojos fue un despeje contra su meta de Markus Steinhöfer que dio en el larguero, a la hora de juego.

Un nuevo fallo defensivo permitió rematar de cabeza a placer a Alex Frei ante De Gea, en el minuto 86, y corroborar el bombazo de la fase de grupos, que no pudo evitar ni el postrero tanto de Phil Jones ni los desesperados intentos finales de un grande venido a menos. El vigente subcampeón queda así fuera de competición a las primera de cambio y ante un rival de categoría menor.