El Órdenes vuelve a su particular suplicio, ése que supone jugar los partidos fuera de casa. Pero en esta ocasión el encuentro lejos de su feudo le llega en su mejor momento, después de la goleada del pasado martes ante el Oviedo, al que le endosaron un 10-2 con un festival de Martín Payero, que se puso las botas con cuatro goles. Además, debutó el portero suplente Ángel Mirantes, por lo que la fiesta fue completa. El estado de ánimo del equipo de Marcos Rey no puede ser mejor, aunque la empresa que tiene por delante es complicada, ya que visita al Lloret, uno de los mejores conjuntos de la categoría y que ocupa la quinta plaza.