El Calafell pagó los platos rotos. Esos que arrastraba el Liceo desde el martes, cuando cayó en la pista del Shum Maçanet en un partido en el que encajó diez goles. Dolidos en su orgullo, los verdiblancos salieron dispuestos a que esta vez el diez luciera en su marcador. Y se quedaron muy cerca. Su empeño, su pegada y un poco de suerte los llevaron a una gran goleada. Todos los rechaces le favorecieron, todas las bolas perdidas caían en los sticks liceístas, que no desaprovecharon la ocasión de darse un festín ante un equipo catalán que apenas hizo cosquillas, sólo a bola parada, pero Malián también tuvo su opción de resarcirse. Encajó sólo a bola parada, pero detuvo dos faltas directas y un penalti.

El encuentro no tuvo historia, sólo la de intentar adivinar cuántos goles caerían. Sin embargo, pese al partidazo del Liceo, el primer gol llegó de rebote. Una bola que centró Ricardo Barreiros y que, tras dar en la espalda de un rival, se coló en la portería. Después todo fue coser y cantar. Jordi Bargalló anotó el segundo con una gran jugada individual marca de la casa. El tercero, sólo un minuto más tarde, fue obra de nuevo del delantero portugués, un tanto que celebró con mucha rabia. El argentino Matías Pascual también tuvo su momento, aunque con un poco de suerte y a continuación llegaron los minutos de Toni Pérez. El asturiano, muy activo, demostró por qué en su sangre lleva el gol con dos dianas de auténtico killer del área. Y eso que falló una falta directa. El 6-0 con el que se cerró la primera parte dejaba todo sentenciado. El Calafell se mostró peleón, pero no parecía un equipo capaz de remontar tal resultado en contra.

La segunda parte, que sobró, se abrió con un gol de falta directa de Marc Coy. Algo que no pudo igualar Ricardo Barreiros, a pesar de que el árbitro le mandó repetir el lanzamiento hasta en tres ocasiones. Sí que fue efectivo Sergi Miras con un penalti para hacer el séptimo. Aunque el Liceo buscó los tres que le faltaban para los diez, la buena actuación del portero y la relajación del marcador lo impidieron. Pujadas maquilló de penalti y Barreiros cerró el resultado -también lo había abierto- con el octavo.