El semblante con el que Borja abandonó el miércoles por la noche el estadio Ciudad de Valencia tras la derrota ante el Levante era el síntoma más evidente del estado de ánimo en el que se encontraba el centrocampista blanquiazul. Sollozando, a través de sus lágrimas, podía adivinarse el trauma que atravesaba tras lesionar de gravedad a Juanlu después de una entrada al borde del área en la segunda mitad. A través de su cuenta personal en Twitter confirmó que no estaba experimentando uno de sus mejores momentos de su trayectoria como futbolista profesional: "Estoy pasando el peor trago de mi carrera. Ni comparación con lo que está pasando Juanlu. No uso esto profesionalmente pero hoy lo necesitaba".

Ni siquiera tras abandonar el estadio, Borja pudo dejar de darle vueltas a la imagen de su compañero pero rival con el peroné fracturado a la altura del tobillo. Todavía ayer lo barruntaba en su cabeza de regreso a la ciudad procedente de Valencia para iniciar sus vacaciones en Ourense. El jugador, por recomendación del club, evitó referirse a lo que había ocurrido la noche anterior en el enfrentamiento de Copa de dieciseisavos de final y todo cuanto puede saberse acerca de sus sensaciones en el momento del fatal incidente se encuentran en su perfil de Twitter y en la manera en la que se marchó del estadio tras el partido.

Del calvario que estaba atravesando el mediocentro ya había dado testimonio minutos antes en rueda de prensa el entrenador deportivista, José Luis Oltra. El técnico lamentó la lesión de Juanlu y deseó una pronta recuperación al extremo malagueño, pero al mismo tiempo desveló el trauma por el que estaba atravesando su futbolista en el interior del vestuario. Oltra reveló que Borja no pudo contener las lágrimas tras finalizar el partido y comprobar las consecuencias que había tenido su entrada sobre el jugador del Levante. La imagen no debió de ser muy diferente a la del centrocampista abandonando el estadio en dirección al autobús del equipo.

Sin apenas mediar palabra y entre lágrimas, Borja atravesó la zona mixta y comenzó sus vacaciones navideñas. Apenas media hora después era Juanlu el que dejaba los vestuarios, en su caso apoyado sobre unas muletas y con un aparatoso vendaje para inmovilizar por completo la zona en la que se produjo la fractura.

El jugador del Levante tiene por delante un proceso de recuperación que se alargará más allá de los cuatro meses y que le obligará a pasar por el quirófano, según confirmaron el miércoles los servicios médicos del club granota. La fractura de tibia sobre el tobillo será examinada en primera instancia por los cirujanos para comprobar el alcance real de la lesión y poder así iniciar la reconstrucción de la zona dañada. Uno de los médicos de la entidad valenciana indicó que la principal ventaja es que la fractura es limpia, aunque eso no facilita que el plazo para que el futbolista pueda volver a los terrenos de juego se reduzca por debajo de los cuatro meses.