Tres meses y medio llevaba esperando Saúl Fernández para volver a jugar en Liga. No lo hacía desde la derrota en Elche, el 20 de noviembre del año pasado. Mucho tiempo sin participar, incluidos algunos momentos de "bajón" por no poder ayudar al equipo. El viernes, ante el Alcorcón, volvió a tener minutos. Solo fueron diez, pero a él le supieron a gloria.

-¿Estaba ansioso por volver a sentirse partícipe?

-Tenía muchas ganas, sobre todo después de haber estado tanto tiempo sin entrar en los partidos de Liga. Estaba trabajando muy bien, igual que mis compañeros. Todos merecemos jugar y cuando lo hacemos lo demostramos. Cada vez que nos toca lo hacemos bien, pero a veces cuando hay estas rachas tan buenas de resultados es difícil entrar y está claro que el equipo es lo principal. A los que estábamos fuera nos tocó esperar, ponérselo complicado al que está jugando y aguardar la oportunidad. A mí me tocó contra el Alcorcón. No fueron muchos minutos pero tenía muchas ganas de volver a participar.

-Empezó la temporada teniendo minutos en casi todos los partidos de Liga y brillando en la Copa. ¿Se siente satisfecho de lo que ha aportado cada vez que le ha tocado salir?

-Estoy contento porque siempre que he participado lo he hecho bien. Las lesiones a principio de temporada no me vinieron bien. Cuando jugué en la Copa mostré un buen estado de forma y a pesar de ello me quedé bastantes partidos sin ser convocado y en otros estuve en el banquillo pero sin jugar. Siempre estoy entrenando a tope, me encuentro muy bien y sí que es verdad que hay momentos en los que sientes un poco de bajón porque ves que los compañeros están jugando y no entiendes individualmente por qué no juegas.

-Su salida del equipo coincidió con el inicio de la histórica racha de victorias. ¿Entiende que Oltra optara por dar continuidad al mismo grupo de futbolistas?

-Está claro que si el equipo gana nueve partidos seguidos, cuanto menos se toque, mejor, en el Deportivo y en cualquier equipo del mundo. Fue una racha increíble, pero tanto los que están jugando como los que no estamos apretando muchísimo. El éxito del equipo es el éxito de todos. Hay que esperar y a ver si a partir de ahora tengo más minutos.

-¿Habló con usted el técnico sobre su situación?

-Sí. Con el míster la verdad es que tenemos un muy buen trato. Es una persona con la que puedes hablar de fútbol y de cualquier cosa. Él siempre tiene contacto con nosotros ante cualquier problema que tengamos y eso es muy importante. Varias veces me comentó que estaba muy contento conmigo y que estaba trabajando muy bien, pero que con la racha que teníamos era muy complicado que pudiese entrar a jugar directamente. ¿A quién quitas? Sería injusto quitar a alguien en un momento tan bueno. Tenía que esperar y seguir trabajando, y es lo que he hecho, tanto yo como los demás compañeros.

-¿Había vivido algo parecido a lo largo de su carrera?

-Lo más complicado es que estaba acostumbrado a jugar, sobre todo los dos años anteriores a venir al Deportivo. Este año empecé como un tiro en pretemporada, marcando goles y con confianza. Luego me lesioné, volví y después de nuevo me lesioné. Perdimos en Elche, el míster cambió y a partir de ahí empezó la línea buena. Jugué la Copa y la verdad es que me fui con un buen sabor de boca, sobre todo para que la gente pudiese ver que, con continuidad y confianza, las cosas que hago entrenando también las puedo hacer en los partidos. Puedo ser un jugador muy importante para este equipo. Debo seguir trabajando y esperar la oportunidad, que es lo que toca.

-¿Jugar está más caro que nunca?

-Sí. Tenemos una plantilla incluso mejor que la de la temporada pasada en Primera. Cualquier jugador sería titular en cualquier equipo de Segunda. Al tener una plantilla tan buena está muy caro jugar. Hay mucha competencia. Tenemos gente de primer nivel, futbolistas que en Primera serían muy buenos, así que hay que esperar. Lo primordial es el equipo. Hay que seguir en esta línea que llevamos y si todo sigue así podremos cumplir el objetivo. Al fin y al cabo, el ascenso es lo más importante para todos, tanto para los que juegan como para los que no.

-La situación para alcanzar la meta es inmejorable, ¿no cree?

-Sí. Quedan quince partidos y ahora mismo cualquier rival se cambiaría por nosotros. Estamos en una situación privilegiada. Ojalá tenga más oportunidades y las pueda aprovechar. Estoy entrenando a tope, con la conciencia tranquila de darlo todo siempre y de haber cumplido. Eso es lo más importante, estar a tope y hacer que los que están jugando tengan que esforzarse para seguir haciéndolo.

-¿Marzo puede ser el mes definitivo para dejar encarrilado el ascenso?

-Hay que ir partido a partido, respetando a todos los rivales. Ahora vamos a Guadalajara y ojalá podamos competir como lo hacemos habitualmente. Compitiendo como el rival, lo más probable es que ganemos, pero hay que demostrarlo en el campo. Luego vienen dos seguidos en Riazor, contra Alcoyano y Córdoba. Si logramos ganar en Guadalajara y luego los dos de casa, tendríamos 66 puntos a falta de doce jornadas. Sería un paso muy importante, pero hay que ir con calma. Igual que las rachas buenas llegan, también hay momentos malos, de bajón, en los que aunque quieras no te sale nada. Al inicio de Liga nos tiraban dos tiros y nos marcaban. Ahora competimos mejor y jugamos un poco mejor, pero somos el mismo equipo, con la misma idea. La suerte ha cambiado.