La consecución por parte del Real Madrid del título de campeón de Liga supone para el equipo de Mourinho romper la hegemonía del Barcelona de Guardiola, que consiguió el torneo los tres últimos años, tras dos temporadas de mucho trabajo y polémicas.

En mayo de 2010, Florentino Pérez anunciaba la contratación de Mourinho con la intención de hacer un equipo competitivo capaz de derrocar a un equipo como el azulgrana, recién proclamado campeón de la competición domestica pero eliminado de la 'Champions League' por el Inter del entrenador portugués.

Empezó la campaña 2010-2011 con muchas caras nuevas como las de Özil, Di María, Khedira o Carvalho. Y comenzó ganando prácticamente todo lo que jugaba hasta su primer duelo en el Camp Nou. El lunes 29 de noviembre el Barcelona venció al equipo blanco por cinco goles a cero, en la que, según comentó el preparador de Setubal, ha sido su peor derrota. El equipo culé empezó a distanciarse en la tabla a partir de entonces.

En abril de 2011, el sorteo de la 'Champions League' deparó un doble duelo entre ambos contendientes, entremezclados con la final de la Copa del Rey y el partido de vuelta de Liga. El Real Madrid había remontado una distancia considerable para llegar con opciones al título, pero lo dejó marchar contra el Sporting de Gijón y el Zaragoza sumados a un empate a un gol contra los blaugranas.

El Real Madrid consiguió la Copa del Rey en Mestalla tras un gol de Cristiano Ronaldo en la prórroga. Sin embargo, cayó en la 'Champions' ante su rival no sin polémica y con unas declaraciones del preparador portugués criticando duramente a la UEFA y la forma en la que el Barcelona se había impuesto en las semifinales, e incluso, en temporadas anteriores en el mismo torneo. Estos cuatro enfrentamientos subieron el voltaje en la relación entre los dos clubes.

En verano, volvieron a enfrentarse, en este caso con la Supercopa de España como testigo. El equipo madrileño fue mejor en los dos partidos pero Leo Messi decantó la balanza en favor de los catalanes. El duelo acabó en batalla entre jugadores y ambos cuerpos técnicos. Mourinho metió el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona, Tito Vilanova, por lo que fue sancionado.

La nueva temporada empezaba con una nueva derrota ante el máximo enemigo, pero con buenas sensaciones por el juego demostrado en la competición veraniega. Con este impulso, salvo por el bajón mostrado contra Levante y Racing, los blancos se situaron muy pronto en el liderato.

Con el primer puesto en el bolsillo llegó el Clásico en el mes de noviembre en el coliseo merengue, y éste volvió a ser para el equipo dirigido por Pep Guardiola por uno a tres. No obstante, el conjunto de Mourinho se mantuvo a la cabeza de la clasificación.

En cuartos de final de la Copa, en enero de 2012, se volvieron a cruzar. A Mourinho se le criticó por el planteamiento defensivo de la ida, que le costó el partido, y en la vuelta decidió apostar por jugar al ataque y a punto estuvo de conseguir remontar el 1-2 encajado en el primer enfrentamiento. Una vez eliminado de la Copa y todavía sin partidos de 'Champions League', los madridistas se pudieron centrar en la búsqueda del campeonato liguero y llegaron a obtener una renta de diez puntos sobre un Barcelona que tenía que disputar más partidos.

El pasado sábado 21 de abril se volvían a encontrar en el Camp Nou y es ahí donde el Real Madrid dio un golpe definitivo al campeonato. Llegaba con una distancia de cuatro puntos que se convirtieron en siete tras el final y supuso además la primera victoria de Mourinho estando a los mandos del Real Madrid en el estadio barcelonista.

Tras dos años, Mourinho ha conseguido aquello para lo que fue contratado por Florentino Pérez, acabar con la hegemonía de un Barcelona acostumbrado a ganar en casi todas las competiciones en las que participaba y conducir al Real Madrid al campeonato en la Liga BBVA.