El Patín Cerceda nació con una filosofía y sigue fiel a ella. El trabajo con la base es su norma número uno y la dos, dar salida a esos jugadores en el primer equipo. Este año, los objetivos ya están cumplidos. Por un lado, los conjuntos juvenil y júnior, entrenados por Juan Copa y Antón Boedo, acaban de proclamarse campeones gallegos, con lo que repitieron el doblete conseguido el año pasado para confirmar el dominio autonómico rojiblanco en las categorías inferiores. Por otro, en la plantilla de Primera División juegan habitualmente un júnior, Sergio Huelves, y un juvenil, David Torres, a los que en el último partido, la victoria contra el Areces (2-5), se les unió el también juvenil Víctor Martínez. "Es un momento muy bonito de la temporada y es como para sentirse orgullosos, una señal de que las cosas se están haciendo bien", señala Tito Torres, director deportivo del club.

"Este año nos costó mucho conseguir un equipo juvenil y lo hicimos a última hora. Son dos porteros y cuatro chavales los que ganaron la liga, porque David (Torres) estaba con el primer equipo y solo hizo apariciones esporádicas. Y eso tiene mucho mérito", explica Torres. "En júnior, era una liga muy difícil porque tanto el Liceo como el Órdenes tenían dos buenos equipos y la verdad es que los chavales ganaron prácticamente todos los partidos y encima hicieron un gran papel en Segunda", añade. Ahora, las esperanzas se centran en los sectores, en donde buscarán clasificarse para el Campeonato de España. El júnior será en Cerceda del 6 al 8 de abril y tendrá que luchar por las dos plazas en juego con Liceo, Órdenes, Biesca, Oviedo y Areces. El juvenil se disputará en el pabellón coruñés de Monte Alto del 13 al 15 de abril con Compañía de María, Liceo, Raxoi, Oviedo y La Corredoria como rivales.

"Tanto en júnior como en juveniles el objetivo más que ganar es hacer el trabajo bien. Eso normalmente te suele llevar a ganar las competiciones", comenta el director deportivo, muy impresionado por el compromiso de los jugadores: "En juveniles tenemos un chico que es ruso y viene desde Cee, otros que vienen desde Santiago, otros que cogen un tren... Hace tiempo que no entrenaba a chavales que tuviesen tantas ganas y tanto compromiso con el equipo. Eso se nota mucho en el grupo. Todos los chavales que están, sean más talentosos o menos, se entregan un montón. A lo mejor sí que he entrenado a equipos con más talento, pero con menos ganas. Estos chavales se merecen lo que consigan porque han trabajado mucho durante todo el año y ojalá nos salga bien ahora al final".

El trabajo con la base puede ser también una forma de capear a la tan temida crisis. "Los años más complicados para el hockey están aún por venir. Ahora estamos con dificultades para sacar los presupuestos adelante, pero aún no hemos visto lo peor. Cada vez será más complicado. Y cuando los veteranos se vayan retirando no te vas a poder permitir el lujo de fichar a nadie de fuera. Por eso tienes que ir haciendo bien los deberes desde abajo. Ésa es nuestra idea y a mí me gusta mucho. Me hace ilusión ver debutar a jugadores, ver como los chavales lo van haciendo bien... tenemos que darle salida a la gente de aquí, si no, ¿para qué tanto esfuerzo?". Por eso, pensando en el futuro, el Cerceda siembra la semilla también con los más pequeños, aunque cuenta con la dificultad de empezar prácticamente desde cero. "Empezamos con una escuela el año pasado, éste ya sacamos un equipo benjamín, que entrena Roberto Martínez, y para la temporada que viene ya nos estamos planteando sacar dos equipos. Cada vez sacamos más niños, pero es un proceso lento", aporta Torres.

Defensa del hockey

Para el director deportivo cercedense, no hay mejor deporte que el hockey sobre patines. Junto con su hermano, David, que juega en el primer equipo, se consideran unos "enfermos" y el hockey siempre está presente en sus conversaciones. Su explicación del por qué de esta enfermedad es casi un tratado: "El hockey es el deporte más chulo que hay. Yo cuando era pequeño no entendía cómo había gente que se apuntaba al fútbol pudiendo jugar al hockey. No veía el porqué. Tenías patines, tenías un stick, los porteros con todas esas protecciones... es un deporte súper atractivo. Requiere esfuerzo pero luego las satisfacciones son enormes. Te da la oportunidad de que si lo haces bien en seguida estás luchando por Campeonatos de España y el que se lo trabaja, consigue cosas. No es como el baloncesto, que dependes del físico. Dependes de entrenar, el que más entrena suele ser el que mejor juega. Y es muy difícil que un chaval que empieza a jugar a hockey, lo deje al poco tiempo. Te engancha por completo. Al final somos todos medio una secta porque nos engancha por completo. Una vez que empiezas a jugar a hockey los otros deportes no se le comparan".