Habituado a apoyarse en su mejor soporte emocional cuando atraviesa por problemas, el Madrid obtuvo el martes después de su apurada remontada sobre el Manchester City lo que su técnico, Jose Mourinho, necesitaba para imponerse a sus críticos. El portugués sacó pecho en sala de prensa y justificó sus decisiones -dejó en el banquillo a Sergio Ramos y a Özil frente al conjunto inglés en el estreno del equipo en la Liga de Campeones- para adueñarse del espíritu demostrado por sus jugadores.

Ese mismo espíritu, el de las remontadas, al contrario de lo que hace su eterno rival cuando los resultados no le acompañan, es en ese momento cuando el Barcelona redobla su apuesta por el buen juego; le sirvió para sofocar lo que podría haber sido ya una grave crisis dentro de la institución de Chamartín. De perder anteayer, y estuvo muy cerca -Benzema colocó el empate a dos en el minuto 87- es posible que el vestuario blanco se incendiase definitivamente.

Los amagos de ruptura entre el portugués y un sector de la plantilla han sido constantes desde que Mourinho recaló en el club. No fue hasta el martes, sin embargo, cuando el técnico se atrevió a señalar a uno de los pesos pesados del vestuario, capitán y a la vez integrante del núcleo duro formado por los futbolistas españoles que en alguna u otra ocasión se ha atrevido a cuestionar las decisiones y las intervenciones de su entrenador.

El gol de Cristiano Ronaldo al final del partido ocultó el debate sobre lo ocurrido con la alineación y Mourinho despachó la suplencia de Ramos bajo la premisa de que había sido únicamente una decisión de carácter técnico. El tanto permitió a los blancos empezar con victoria la Liga de Campeones y al mismo tiempo elevar el estado de ánimo de un equipo cabizbajo.

El irregular comienzo en la Liga, con dos derrotas lejos del Bernabéu y un empate en su propio estadio, ha alimentado las dudas sobre el tercer proyecto de Mourinho. Él mismo avivaría las dudas con sus críticas a la plantilla.

100 victorias en Champions

La remontada de anteayer sirvió además para que el Madrid firmase su triunfo número 100 desde que la competición europea se disputa con el actual formato de Chamions. Por detrás del Madrid se encuentran el Manchester United y el Barcelona, que llevan 99 y 98 victorias, respectivamente.