El Sevilla y el Barcelona disputan esta noche un duelo de altura en el que el líder tiene claro que no puede fallar para salir reforzado antes del clásico, aunque le espera un rival crecido y que, con el apoyo y la presión del Sánchez Pizjuán, buscará tumbar al otro grande, como ya hizo ante el Madrid.

El Sevilla, cuarto con 11 puntos, igual que el Málaga, quiere asentarse en los puestos de Liga de Campeones y recibe al nuevo Barça de Tito Vilanova en su mejor forma desde el inicio de la Liga, con dos triunfos seguidos y la moral por las nubes, tras ganar hace dos semanas al Madrid (1-0) y luego al Deportivo (0-2).

El equipo de José Miguel González, Míchel, que ha conseguido armar un bloque compacto, que sabe a lo que juega y convencido de sus posibilidades, intentará revivir la historia con final feliz de hace dos sábados ante los madridistas, aunque también es consciente de que deberá dar incluso un poco más aún de lo que dio aquel día.

La consigna de Míchel es que su equipo sea fiel a su estilo para contrarrestar las múltiples armas de los azulgranas. El madrileño se ha mostrado convencido de poder doblegar al otro grande de la Liga, pero, eso sí, si sus jugadores ponen en liza la intensidad, la agresividad y el mismo alma o más que tuvieron ante el conjunto blanco.

Es muy probable que el Sevilla, que sigue sin bajas al haberse recuperado el centrocampista holandés Hedwiges Maduro del golpe sufrido en Riazor, repita el mismo once de los dos últimos partidos, con el dúo Medel-Maduro en el centro, auxiliados por los renacidos Rakitic y Trochowski, y aprovechando la velocidad de Jesús Navas en la derecha y la capacidad rematadora de Álvaro Negredo.

El Barcelona, aún mermado por las bajas, persigue un triunfo que le permita afrontar el clásico con los ocho puntos de ventaja, en busca de asestar un golpe al Madrid para alejarlo a once puntos, con solo siete jornadas de Liga disputadas hasta la fecha.