La demostración de fidelidad que la hinchada protagonizó el viernes en Riazor carga de responsabilidad a los futbolistas y también a Fernando Vázquez, quien ayer insistió en la importancia de "estar a la altura de la afición". "Cuando llegué, una de mis pretensiones era la unidad. Era un encargo del presidente, que todos fuéramos en el mismo carro. Lo del viernes es una muestra palpable para que sepamos que los aficionados están con nosotros. Es bonito, pero también es una gran responsabilidad. Uno de los objetivos del equipo es estar a la altura de su afición", recalcó el técnico de Castrofeito. "Nos recordaron que su exigencia es alta. Nos exigen ganar y así tenemos que ir a Mallorca, a asumir ese reto e ir a buscar esa victoria", concluyó Vázquez.