El Liceo, como buen gallego, no sabe si sube o si baja. Un 2-2 en la ida de los cuartos de final de la Liga Europea puede ser un buen resultado. Como se preveía, será el Palau Blaugrana el que el próximo 11 de mayo dirima cuál es el clasificado para la final a cuatro. El empate obliga a ganar a los verdiblancos para poder defender su título. Y la igualdad parece máxima. Se repitió el marcador del encuentro de liga, aunque esta vez el guión fue diferente. Los locales dominaron el juego y los culés se alimentaron de los errores del rival, más cuando se pusieron con 1-2. Malián sostuvo a los suyos a base de frenar con paradas las peligrosísimas contras azulgranas. Toni Pérez puso el empate con una falta directa. El asturiano jugó menos de lo habitual, lo que extrañó porque está en racha, pero los minutos que estuvo en cancha revolucionó el partido. Cuando más enchufado estaba, los árbitros le mandaron a sentarse con una azul que compartió con Reinaldo García. Ahí entró el tercer factor en juego en cada choque, los árbitros. Hubo seis expulsiones, pero todas salomónicas, una para cada bando y a la vez. Picaron en todas las provocaciones de Reinaldo García.

Sorprendió su salida de inicio. Recuperación milagrosa porque tenía para dos semanas por una lesión muscular. Tampoco estaba en los planes marcar tan pronto. El Liceo se vio con ventaja gracias a una gran jugada de Matías Pascual. El argentino se coló por el centro de la defensa y supo definió a la perfección delante del portero. Sin tiempo para celebrar el Barça empató por medio de Gual a pase de Reinaldo. Los locales intentaban conectar con el poste, pero en el área había demasiados contactos y tampoco estaba allí su mejor hombre, Toni Pérez, inédito hasta que faltaban diez minutos de la primera parte. En uno de esos empujones, llegó un penalti que Bargalló, después de mandar el chut contra el portero, estrelló contra el palo en el rechace. El Liceo merecía más, pero tuvo un despiste. Pablo Álvarez acababa de entrar en la cancha y cazó un pase al segundo palo para subir el 1-2 al marcador. En unos minutos en los que el Liceo pareció un poco tocado, Malián se lució. Al descanso se llegó con la azul compartida por Reinaldo y Josep Lamas.

La segunda se abrió con Malián demostrando por qué ya está en el Olimpo de los mejores porteros del mundo. No le tembló el pulso cuando un especialista como Marc Torra se dirigió a tirar la directa, como tampoco a su homólogo Sergi Fernández con la que le paró a continuación a Josep Lamas. La tensión aumentó. Bargalló y Panadero vieron cartulina. Con este ambiente se llegó a la siguiente tanda de directas. Primero Malián paró a Pablo Álvarez. Después fue Toni Pérez el que batió a Fernández para el empate. A falta de cinco minutos, el partido entró en esa fase loca en la que cualquiera puede marcar. El Liceo optó por tiros de larga distancia. Malián se lucía en sus intervenciones. Cerrojo en ambas porterías para un empate que supo a poco.