En el Campeonato de Europa sub 17 del pasado verano, Francia demostró la evolución de su hockey sobre patines al ganar la medalla de plata. En ese equipo jugaban tres hermanos: Carlo, Bruno y Roberto di Benedetto. Detrás de su apellido italiano se esconden sus raíces coruñesas. Su madre, Mercedes, es de Monte Alto. Hace años que se trasladó a trabajar a París, donde conoció a Gianni, su marido, y tuvo cuatro hijos. La familia regresó estos días a A Coruña por temas deportivos: los pequeños disputan con el Merignac el Torneo Internacional Cabreiroá-Compañía de María. "Veníamos siempre tres semanas cada verano, pero en los últimos años los compromisos de los niños con la selección francesa hacen que no tengamos tanto tiempo", explica Mercedes.

Y es que tanto Carlo, que ahora tiene 17 años, como Roberto y Bruno, de 16, son unas joyas del hockey sobre patines. Cada uno ha ganado 14 campeonatos franceses. No sin pique fraternal, porque el mayor tenía un título más que los pequeños. "Pero este año ya le pillamos", responden casi al unísono los mellizos, campeones sub 17 y sub 20, mientras que su hermano solo en la categoría superior. Pese a esta rivalidad, se entienden a la perfección sobre la pista y eso se nota en el juego. Cada uno tiene sus características especiales y se complementan. Carlo es defensa-medio. Al estilo Jordi Bargalló, su jugador favorito. De hecho, lleva el nueve a la espalda, igual que el liceísta. Bruno, que admira al barcelonista Sergi Panadero, es defensa. Y los goles corren a cargo de Roberto, que tiene como modelo al argentino Pablo Álvarez.

Los tres también son una pieza clave del combinado tricolor. El año pasado se proclamaron subcampeones de Europa sub 17. Este tendrán que luchar por separado. Carlo, en el Mundial sub 20 de Colombia; Roberto y Bruno, en el Europeo sub 17 de Alcobendas. Lo tienen difícil para ganar a una España que domina con mano de hierro, pero quieren seguir demostrando su evolución. En Francia, de hecho, prácticamente se los rifan. Se criaron en el Noisy le Grand, la pasada temporada ficharon por el Merignac y la que viene darán el salto a La Vendéenne. Allí entrenarán a las órdenes del catalán Sergi Punset y tendrán como compañeros a los ex OK Liga Edu Fernández y Borja López, de los que esperan aprender mucho.

Carlo incluso tenía ofertas de Italia, pero esperará unos años antes de dar un salto tan decisivo en su carrera profesional. El país transalpino y España parecen el destino natural de los hermanos Di Benedetto. Y por qué no, podrían incluso algún día regresar a la ciudad natal de su madre para jugar en el Liceo. La sonrisa los delata al escuchar esta palabra. Quién sabe lo que les deparará el futuro. De momento, el presente es prometedor. Eso sí, sin descuidar nunca los estudios. Despacio y con buena letra.