El Levante frenó al Atlético de Madrid en su intento de dar un paso casi definitivo hacia el título de Liga en un partido en el equipo de Diego Simeone no encontró el camino para superar al conjunto valenciano, que hizo valer su solidez defensiva para quedarse con los puntos.

Un gol en propia meta al principio, el fútbol algo más creativo de lo usual en el Levante, la ineficacia en el remate atlético y la consistencia local en los balones bombeados sobre su área fueron algunas de las claves de la derrota del conjunto madrileño ante un rival que, con la permanencia asegurada, se mostró muy sereno.

El Levante es un rival difícil cuando juega cerca de su área. El Atlético de Madrid no creó peligro en el primer periodo y cuando se volcó sobre la meta local en el segundo, no tuvo acierto. De ahí el 2-0 final.

Cuando apenas habían empezado unos y otros a mostrar sus intenciones llegó el 1-0. Fue a la salida de un córner en una jugada en la que el balón rebotó en Filipe Luis y se coló en la meta de Courtois.

Con el gol, el partido se puso donde al Levante más le convenía. Además el equipo valenciano, con Simao, Sissoko y Diop en el centro del campo, fue menos conservador de lo habitual en su juego cuando se adelanta en el marcador y trenzó algunas buenas jugadas de ataque a lo largo de todo el primer tiempo, aunque sin apenas remate.

Por su parte, el Atlético de Madrid dispuso de su ocasión más clara tras el gol en un remate de Raúl García que repelió Keylor Navas y que acabó con un segundo disparo de Villa que salió alto (m.13).

El conjunto madrileño no encontró en el primer periodo la forma de superar el orden del Levante, ya que el equipo de Joaquín Caparrós se mostró muy consistente, sin dejar vías de penetración a su rival.

Un par de balones en profundidad para Diego Costa se truncaron por fuera de juego, mientras que por las bandas el equipo de Diego Simeone no encontraba espacios. Sólo un centro de Alderweireld por la derecha creó problemas a la retaguardia levantinista.

Simeone pone en liza a Adrián y Turan

Sin que el Atlético demostrara suficientes argumentos como para neutralizar la ventaja local se llegó al descanso del choque. Prueba de esa dinámica fueron los dos cambios que el equipo madrileño introdujo en el descanso con la entrada en el partido de Adrián y Turan por Raúl García y Villa.

El Atlético trató de ser más profundo aunque sin arriesgar en exceso ante los posible contragolpes del Levante y lo consiguió, sobre todo por medio de Arda, que en los primeros minutos de la segunda mitad dispuso de hasta tres aproximaciones peligrosas a la meta de Navas.

Poco a poco, el dominio del Atlético de Madrid se intensificó ante un rival que cedió terreno ante el dominio del equipo madrileño y aunque los locales se aproximaron a la contra a la meta de Courtois, el peligro rondaba cada vez más la portería local.

Diego entró por Koke en el Atlético y mediado el segundo tiempo, todo parecía indicar que se iban a vivir unos minutos finales de intenso control del atlético, acompañados de alguna esporádica llegada levantinista.

Keylor hizo una excepcional parada tras un disparo de Alderweireld que rebotó en un defensa (m.67), justo cuando los ataques del Atlético empezaban a asfixiar al Levante. Fue un minuto antes de que un contragolpe entre Víctor e Ivanschitz propiciara el 2-0 marcado por Barral.

No cambió el partido con el segundo tanto levantinista y el Atlético mantuvo su dominio pudo recortar diferencias con un remate de Adrián al palo (m.77) y de ahí al final más de lo mismo hasta que se confirmó el triunfo local que da más emoción si cabe a lo poco que queda de Liga.

Finalizado el partido se produjo un enfrentamiento entre Pape Diop y la afición del Atlético de Madrid cerca del córner en el que se concentraban los seguidores visitantes.