De los 218 campeones que cruzaron ayer la línea de meta del Hércules XTRM, Óscar Vicente fue el rey. El pontevedrés, del Mallorca Training Triathlon Team, se impuso en una carrera que dominó desde el sector a bicicleta y que le coronó en la carrera a pie. Cruzó la línea de meta con cuatro horas, tres minutos y 24 segundos, con más de dos minutos de ventaja sobre el segundo clasificado, el arteixán José Manuel Pardo (Muralla Lugo) y con cuatro sobre el tercero, Cristóbal Dios, del Galaico Cidade de Pontevedra.

Pero este tipo de carreras se caracterizan por la importancia de todos los que llegan a meta. Promesas, apuestas, retos personales, lágrimas... cada entrada en la plaza de María Pita contaba una historia diferente que respondía a la pregunta de por qué correr si no se va a llegar el primero. Por la satisfacción de ser capaz de nadar 1.900 metros, pedalear durante 77 kilómetros y correr 21 sin parar.

Silbatos y bocinazos

La prueba había comenzado a las 15.30 horas con la salida del sector de natación en el Náutico. Sobre esa hora, sin embargo, empezaron los problemas de circulación. Hubo muchos atascos, tanto para entrar como salir de la ciudad, por los cortes de tráfico que provocó un caos de bocinazos y colas interminables de coches, colapsados incluso durante más de una hora. La organización, no obstante, fue de diez, sin incidentes durante la carrera que lamentar. La seguridad de los participantes era lo más importante y en el sector de bicicleta, la coordinación, con silbatos para avisar de la llegada de ciclistas y despejar la carretera, fue perfecta.