El colombiano James Rodríguez iluminó al Madrid y le guió al triunfo sobre el Almería (3-0) para seguir la estela del Barcelona y mantener intactas sus opciones de pelear por el título de Liga.

Tras reaparecer después de su lesión en un pie, James se ha convertido en el jugador más en forma del cuadro blanco, y, sin el croata Luka Modric, en el motor que provoca desequilibrios que hacen ganar los partidos.

Un espectacular disparo al borde del descanso del colombiano desde fuera del área desniveló un partido que había caído en el aburrimiento tras un inicio prometedor porque el Almería, aunque quería estirarse, tampoco creaba peligro ante la meta de Keylor Navas, y el Madrid parecía jugar al trote, sin velocidad en la circulación de balón y a expensas de acciones de ataque aisladas.

El costarricense fue una de las numerosas novedades introducidas por el italiano Carlo Ancelotti, que ante las bajas por lesión y sanción y el trascendental encuentro de pasado mañana en el campo del Sevilla introdujo muchas novedades en el once inicial, incluido Isco Alarcón, cuya suplencia fue la principal sorpresa.

El dúo Kroos-Illarramendi (el público se impacientó con el vasco por momentos) no ofreció la fluidez necesaria para desbordar con continuidad al equipo de Sergi Barjuán salvo en los primeros diez minutos, si bien buena parte de la culpa de las llegadas peligrosas del Madrid fue de James Rodríguez.

El colombiano era la única luz, el único que parecía capacitado para generar desequilibrios sin olvidar el tremendo trabajo del mexicano Javier Chicharito Hernández. Jesé Rodríguez, titular, apenas aportó nada por la banda derecha y Cristiano Ronaldo estuvo voluntarioso por momentos pero gris.

El Almería, superado el susto y la timidez iniciales, comenzó a olvidarse de dónde estaba, de sus bajas y empezó a abrirse de forma paulatina. Con Verza y Corona como directores creativos y la movilidad de Thomas, trató de aproximarse a Keylor Navas, pero sin recursos en el área rival pese a la labor del israelí Hemed.

Aunque necesitaba los puntos, sabía que esta no era su Liga. Pese a ello, el Madrid le estaba permitiendo seguir vivo y comenzaba a creer hasta que James Rodríguez, justo antes del descanso, aprovechó un rechace de la defensa para impactar un gran zurdazo al que no pudo responder Rubén Martínez.

Era el gol 100 del Madrid en la Liga 2014/15, un tanto importante porque desatascaba el encuentro, en el que le era imprescindible amarrar el triunfo para llegar al Ramón Sánchez Pizjuán a tiro del Barcelona.

Y la sentencia tampoco tardó en llegar, porque nada más volver de los vestuarios, una internada del alemán Toni Kroos por la derecha acabó en autogol del argentino Mauro dos Santos, quien pretendía impedir el gol de Cristiano Ronaldo, quien admitió con un gesto al público que no había sido el autor del 2-0.

Sergi buscó soluciones con Zongo y Espinosa. Ancelotti tampoco tardó en dar reposo a James Rodríguez y dio entrada a Isco y relevó a Illarramendi por Lucas Silva.

Ambos técnicos consiguieron en cierto modo lo que querían, Sergi minimizar daños y salir sin una goleada del Bernabéu y Ancelotti asegurar los puntos sin mayores alteraciones.

Isco exhibió su clase de forma esporádica, Chicharito malogró una ocasión para prolongar su racha anotadora pero no para volver a demostrar su aportación y Cristiano Ronaldo intentó aumentar su cuenta goleadora sin acierto y con ciertas sensaciones de ansiedad.

El partido llevaba mucho tiempo acabado pese a algunas llegadas del cuadro almeriense al área local. Álvaro Arbeloa, a puerta vacía y justo delante de Cristiano Ronaldo, no desaprovechó la opción para redondear el resultado a puerta vacía tras un centro del mexicano Chicharito.