El piloto español Carlos Sainz (Toro Rosso) se mostró satisfecho al término del Gran Premio de España de ayer, en el que finalizó en novena posición de la tabla y en el que ha tenido un percance con el ruso Daniil Kvyat (Red Bull) en un adelantamiento, aunque finalmente el español no recibió sanción por esa acción.

"Decidan lo que decidan estoy contento con la carrera. Si me ponen por detrás de él al final de la carrera, que me pongan, pero yo estoy contento", avisó Sainz tras finalizar el Gran Premio sin conocer todavía si recibiría un castigo o no. La acción del español, según los comisarios, fue un incidente de la carrera, por lo que el piloto de Toro Rosso mantiene los dos puntos conseguidos en Montmeló.

"He llegado por delante de él (Kvyat) en la frenada porque llevaba DRS. Se ha tirado como un loco para no dejarme pasar, me ha tocado, y al tocarme he decidido salirme fuera de la pista porque si no podía haber un accidente", aseveró.

Asimismo, explicó su estrategia a seguir durante el Gran Premio que se celebró en Montmeló. "La carrera ha sido muy complicada. Sabíamos que el ritmo del viernes nos iba a mandar un poquito para atrás. Desde las primeras vueltas he sentido que el coche no era el de la calificación. Nos falta bastante velocidad en la recta, aunque he sacado el máximo guardando ruedas para tener un buen final de carrera, como así ha sido. Al final iba más rápido que Max (Verstappen) y Daniil y les he podido adelantar", prosiguió.

Además, el madrileño incidió en el hecho de calificar quinto y acabar doblado por Kimi Raikkonen (Ferrari) y Felipe Massa (Williams), que salían séptimo y noveno respectivamente. "En el primer stint de la carrera siempre gastamos mucho las ruedas, no vamos cómodos, y me han doblado el Ferrari y el Williams, pero al final les seguía. Es decir, el coche a final de la carrera es bueno, pero a principio de carrera con mucha gasolina nos cuesta más", comentó el piloto de Toro Rosso, que analiza cada uno de los detalles de la carrera.

Por último, hizo referencia al apoyo del público español. "Las últimas vueltas, después de un inicio decepcionante estaba un poco down (abajo) por así decirlo y me he empezado animar cuando mejoraba el ritmo. He pensado que esos puntitos por estar en casa tenían que llegar", reconoció Sainz. De todos modos, el Circuito de Barcelona-Cataluña registró la tercera peor cifra de asistencia de los últimos nueve años con un total de 86.700 aficionados.