En caso de que finalmente se materialice la huelga convocada por la Federación y el sindicato de futbolistas (AFE) este fin de semana y quede paralizada la jornada número 37 del campeonato, esos partidos se disputarán de igual modo. En espera de lo que decida mañana la Audiencia Nacional sobre el recurso presentado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) contra el paro, lo que está claro es que los encuentros previstos para este domingo se disputarán, presumiblemente a mediados de la semana que viene.

Eso precisamente no agrada a los equipos que esta jornada jugarán sus partidos como locales. Algunos de ellos, como en el caso del Deportivo, no ven con buenos ojos que un compromiso establecido inicialmente para un domingo a las siete de la tarde, con una entrada prevista que roza el lleno, se traslade a un miércoles, por ejemplo.

La mayor parte de los presidentes de Primera División se mostraron ayer contrarios a la huelga tras la celebración de la asamblea extraordinaria de la LFP.

Amadeo Salvo, presidente del Valencia, indicó que "la huelga no tiene sentido porque los primeros beneficiados son los futbolistas" y que los clubes, no obstante, van "a intentar hablar con todo el mundo" para solucionar el conflicto.

Raúl Martín Presa, presidente del Rayo Vallecano, afirmó que "el real decreto hace mucho bien al fútbol" y que "las causas para convocar una huelga son infundadas y fuera de la legalidad".