El Madrid se levantó del duro golpe del clásico, con una autoridad inicial en lo que era una goleada que certificaba su pase a octavos de Liga de Campeones como primero de grupo, claramente superior al Shakhtar Donetsk hasta una relajación final que costó tres goles y volvió a mostrar una imagen endeble que inunda de dudas la reacción.

El Madrid estaba obligado a reaccionar y tiró de galones del club más laureado de Europa antes de dejarse ir y acabar pidiendo la hora. Con revolución en el once de Rafa Benítez, con la entrada de siete jugadores que no fueron titulares en el clásico.

Antes de su desconexión, al ritmo de Modric controló el partido con criterio, encontró en Isco el referente en el toque, en Casemiro el ángel de la guarda siempre bien ubicado para realizar su función, y al fin apareció Bale por el costado izquierdo para desequilibrar y regalar un doblete a Cristiano.

Nacía el encuentro y Cristiano perdonaba la acción más clara para marcar. Era el minuto 2 y la carrera de Kovacic, gran sorpresa entre tanto cambio de Benítez, le dejó el balón a Modric en una zona para inventar y el pase del croata dejó solo a Ronaldo. Con todo para marcar chutó arriba.

El dominio blanco se lo intentó quitar por momentos el Shakhtar. Encontró en el costado izquierdo la velocidad de Azevedo, pero nunca en el primer acto el remate que inquietase a Kiko Casilla. Había pocas ocasiones de gol y la sensación de control era madridista. Cristiano lo reflejaba en el marcador. La primera acción con movimiento de desmarques arriba, Modric puso el balón a la rapidez de Bale, que remató de cabeza adelantándose al defensa y aprovechando la mala salida del portero, para que Cristiano remachase a placer el primero de una noche helada.

La peor noticia para el Madrid llegó con la lesión muscular de Varane. Nacho pasó al centro de la defensa y Danilo saltó al césped en el costado izquierdo. Las lesiones se ceban con la zaga sin Sergio Ramos, ni Marcelo.

El Madrid extendió su dominio y fue un rodillo. Tuvo espacio para correr y es cuando exhibe pegada. Los intentos de reacción del Shakhtar encontraban golpes de autoridad del Madrid. Guardaron fuerzas para Ipurua y la desconexión comenzó con un penalti, se agravó con un despiste a balón parado y cierta pasividad defensiva que costaba el tercer tanto local. Restaban dos minutos que no dieron para más.