El Atlético de Madrid pasó a los octavos de final de la Liga de Campeones como primero del Grupo C al vencer 1-2 al Benfica en el estadio Da Luz, el mismo en el que perdió la Liga de Campeones en el 2014. Con este triunfo, el Atlético suma 13 puntos, tres más que los lisboetas, y tendrá en los octavos la teórica ventaja de jugar contra otro segundo de grupo con la vuelta en el Vicente Calderón.

Con poca posesión, pero con mucha agudeza en ataque, el Atlético cerró el primer tiempo con una justa ventaja. Justa porque chutó entre los tres palos más que su adversario y porque cuando se dispuso a atacar lo hizo con un magnífico pragmatismo.

A la media hora, el equipo rojiblanco brilló en una jugada fulminante y con precisión de cirujano: Griezmann sirvió a Vietto, quien, en el límite del fuera de juego, asistió a Saúl cuyo chute colocado inauguró el marcador.

Con el marcador en contra, los locales prescindieron de Guedes y optaron por la dinamita de Mitroglou, quien en la primera jugada del segundo tiempo casi se estrena a marcar. El fogosidad de los encarnados duró diez minutos, hasta que Carrasco se infiltró por el costado zurdo del Benfica y asistió a Vietto. El pequeño y hábil jugador argentino se adelantó en la marca al brasileño Jardel y batió a Júlio César con un sutil toque de primeras.

El Benfica se demoró una hora en chutar entre los tres palos de Oblak. Se reactivó en el minuto 75 y recortó distancias. Jiménez dio un pase interior a Mitroglou, quien se deshizo del pegajoso Godín con una hábil recepción de espaldas y remató a gol.