Natación no es el único deporte que practica Jacobo Garrido. "Es hiperactivo", dice Jesús de la Fuente. "Desde muy pequeño sus padres le inculcaron que se tenía que valer por sí solo y que no podía escudarse en sus necesidades especiales para no hacer las cosas", argumenta. "No quedó más remedio", aporta su madre, Genma Brun. "Él nació así. En su momento hubo la opción de que podía operarse para un alargamiento de pierna, pero con el crecimiento y la diferencia de 30 centímetros entre una y otra, ya se vio que no era una opción y que tendría que andar con prótesis", continúa. Pero eso nunca fue un impedimento. "Juega al fútbol fenomenal y en el Liceo hizo patinaje desde pequeño. En el colegio se portaron muy bien con él y con un alza en el patín pudo patinar. Lo único que no puede hacer, y que tenemos ahí esa espina, es andar en bici. Pero ya estamos mirando la fórmula de cómo podemos conseguirlo", afirma. Pese a toda su actividad, la natación es lo primero. "El año pasado empezó a doblar entrenamientos, levantándose a las siete de la mañana. Yo le decía que no hacía falta, que no pasaba nada si no iba, pero era él el que se empeñaba en ir". Y ahora, piensa en Río. "Es muy pequeño y no queremos que tenga esa presión. Y creo que no la tiene", concluye.