Liceo y Oliveirense vuelven a verse las caras dos semanas después de que los portugueses, en su feudo, derrotasen a los verdiblancos y les arrebatasen el liderato del grupo D de la Liga Europea. Ahora, la revancha está servida y con el Palacio de los Deportes de Riazor (20.15 horas) como escenario. El conjunto de Carlos Gil quiere devolverle la moneda a su rival, lograr una victoria de prestigio ante uno de los equipos de moda del Viejo Continente y, de paso, poner un pie y medio en los cuartos de final, ya que sumaría nueve puntos a falta de dos jornadas para la conclusión de la fase de grupos. Partido duro sobre la cancha, pero para disfrutar para los aficionados, ya que se miden dos de las mejores plantillas del hockey sobre patines actual.

Ambos son los dos equipos predestinados a clasificarse para cuartos de final como primero y segundo. Son los más fuertes. Los dos se impusieron sin problemas al Viareggio italiano y el Basel suizo y de su duelo particular saldrá el que lo haga en primera posición, que en teoría tiene un cruce más asequible en la siguiente ronda. De momento, los portugueses cobraron ventaja en esta particular carrera con su victoria por 4-2 en Portugal. Se adelantó el argentino Montivero, resultado ajustado con el que se llegó al descanso. Tras él Pau Bargalló y Josep Lamas dieron vida al Liceo, pero Caio Oliveira, Carlos López y Ricardo Barreiros, tres de las máximas estrellas del conjunto dirigido por Tó Neves, dejaron el triunfo en Portugal.

Tras este partido, el Oliveirense se puso líder en solitario con nueve puntos -hasta ese momento compartían con el Liceo la primera posición-, con el equipo verdiblanco en la segunda, con seis. Por detrás, el Viareggio se llevó el duelo por la tercera plaza con el Basel, que cierra el grupo todavía sin puntos en su casillero por los tres de los italianos, que perderán a su estrella, el veterano Mirko Bertolucci, para toda la temporada ya que le fue detectado un problema cardiaco que le obliga a pasar por el quirófano.

El Liceo llega en uno de los mejores momentos de la temporada. Ha ido constantemente de menos a más, siempre en línea ascendente. El 1-8 del martes en Noia supuso la cumbre porque ejemplificó las claves de su rendimiento. Por un lado, solidez defensiva y sobre todo de la portería, defendida por un Xavi Malián que se ha mostrado totalmente recuperado de los problemas físicos que le lastraron la temporada pasada. Por otro, la verticalidad ofensiva que siempre fue la seña de identidad liceísta. Los hermanos Bargalló son un continuo quebradero de cabeza para las defensas rivales, que también tienen trabajo a destajo con Josep Lamas y con un David Torres que ha encontrado su sitio definitivo en la plantilla.