El Celta conserva su cuarto puesto en la Liga después de ganar por la mínima al Espanyol, un triunfo materializado con un gol de Aspas y no exento de sufrimiento para los celestes, ya que su rival, con un hombre más desde el minuto 46, rozó el empate a falta de seis minutos.

El Celta se adueñó del balón desde el inicio pero apenas creó peligro a un Espanyol bien plantado, con dos líneas de cuatro muy juntas y esperando su oportunidad al contraataque o en una acción a balón parado.

Marcó Aspas a punto de llegar al descanso y en los últimos instantes el equipo catalán se volcó y pudo conseguir el empate.