Doce años han pasado ya desde que el Liceo conquistó la Copa del Rey, un título que desde aquel entonces se le resiste, como si de una maldición se tratase. Quizá porque en su camino siempre se cruzaron equipos de la talla del Barcelona, Noia o Vic, vigente campeón. El sorteo de cuartos de final que se celebró ayer muestra al conjunto verdiblanco un nuevo camino. Se enfrentará al Voltregá el 26 de febrero y, si pasa a semifinales, su rival será el ganador del duelo entre Vic y Reus, anfitrión.

Por la otra parte del cuadro se enfrentarán Noia y Caldes, mientras que el todopoderoso Barça está emparejado con el Igualada. Azulgrana y liceístas solo se encontrarían en una hipotética final. Aunque en sus últimos encuentros en el torneo del KO, los catalanes han salido victoriosos. La cita más reciente es la de 2011, cuando el Liceo cayó en semifinales. Lo mismo ocurrió en 2007 y 2008, aunque en este último curso el triunfo del Barça fue ya en cuartos de final.

El conjunto que dirige Carlos Gil necesita sentirse ganador y regalarle un título a su afición. Para conseguirlo, primero tendrá que apear a un Voltregá al que ya ha ganado este curso en la OK Liga. Fue en terreno catalán, en la séptima jornada, y el Liceo venció (2-3) gracias a los goles de los hermanos Bargalló. Jordi y Pau están imparables, sus números lo demuestran.

El mayor acumula 15 asistencias y 20 goles, mientras que Pau es el segundo máximo goleador de la categoría (23), solo superado por Raúl Marín (23). La conexión se fortalece jornada a jornada, por lo que el buen estado de los dos jugadores podría ser clave en la Copa del Rey.

Además, el equipo verdiblanco quiere olvidar las últimas ediciones. Eliminaciones crueles como las de 2013 y 2014, cuando la lotería de los penaltis le mandó de vuelta a A Coruña. Los recuerdos de 2010 y 2009 tampoco son muy agradables. Hace siete años fue Riazor el escenario de la competición, y la afición coruñesa vio cómo el Vic prohibía el paso a la final al Liceo a solo 18 segundos del final. Un año después, misma pesadilla. Esta vez el verdugo fue el Vilanova, que remontó a 50 segundos del bocinazo definitivo. El año pasado, el obstáculo fue el Vic, que finalmente se proclamó campeón.

Hasta 2004 tienen que viajar los liceístas para rescatar un final feliz. Derrotó al Igualada (2-0) y pudo levantar la Copa del Rey. Quizá este curso su suerte cambie. De momento, el sorteo le ha emparejado con un Voltregá que ocupa la quinta posición de la tabla. "Todo el mundo conoce el Liceo, tienen un juego ofensivo muy potente, así que tendremos que estar muy bien, especialmente en defensa", dijo durante el acto Borja López, jugador del rival de los coruñeses.