El Liceo femenino tiene su póquer de ases. Son María Sanjurjo, Kathy Guscin, Lucía Paz y María Castelo, cuatro perlas cuyo presente y futuro no están pasando desapercibidos. Con 15 y 16 años forman la columna vertebral de un equipo que ya se proclamó campeón de la Copa y ahora busca el título de liga -en la primera jornada, disputada el fin de semana, se impuso por 1-10 al Cambre-. Como premio extra, hoy participarán en Gijón en un control con el seleccionador español, Alejandro Domínguez. "No me extrañaría nada que una de ellas fuera este año a la selección absoluta", pronostica Fernando Campos, coordinador de la base verdiblanca.

Se refiere a María Sanjurjo, desde hace años señalada como la futura mejor jugadora no solo de Galicia, sino de España. "Ojalá hubiera muchos niños con el carácter y la técnica individual de ella. Es la mejor jugadora que he visto", le define el técnico asturiano. Está acostumbrada a jugar con los chicos. En el Liceo forma parte de una gran generación que ya se proclamó campeón de la mini Copa del Rey. Incluso se pelea con los mayores porque a sus 15 años los entrenadores han decidido que entrene también con el equipo sénior masculino.

Sanjurjo ha compartido equipo y entrenamientos desde hace años con la otra María, Castelo, que también estará en Gijón. "Se complementan a la perfección y también tiene mucho futuro". Nueva en el grupo es Lucía Paz, un año mayor que sus compañeras (16) y fichada del Compostela. "Tiene un carácter muy fuerte y no le tiene miedo a nada. Pilla rápido todas las indicaciones y se está adaptando muy rápido", continúa. Por último, la portera es Kathy Guscin. Creció en Dominicos, con cuyos chicos ganó medallas en distintos Campeonatos de España. "Con la edad que tiene (15 años), ya es una de las mejores porteras que hay. También destaca por su carácter, por que no tiene miedo y por su gran nivel y proyección", concluye.

OK Liga femenina

El ascenso a la OK Liga femenina es una posibilidad que siempre está ahí. El club se lo prometió a las chicas hace dos temporadas, cuando quedaron campeonas gallegas. A última hora, un día antes del cierre de las inscripciones, renunció a la plaza porque no pudo cerrar un acuerdo con el Ayuntamiento de Carral. El equipo se disolvió. El entrenador, Stanis García, se fue por la puerta de atrás y la mayoría de las jugadoras, a otros equipos como el DominicosDominicos. Las nuevas generaciones vuelven a sitúar al Liceo en la misma encrucijada. Las niñas, con una proyección enorme, se quedarían estancadas si no salen a competir fuera de Galicia. "El problema es el dinero", reconoce Campos. "Trabajamos para conseguir un patrocinador. Si lo conseguimos, no tengo duda de que el proyecto se asentará en la máxima categoría".