Al Bilbao Basket le costará asimilar cómo el Gran Canaria le arrebató el pase a la final de la Copa (71-81). Parecía que los vascos lo tenían todo controlado y ya casi se veían en el duelo definitivo, pero una gran segunda parte del conjunto isleño les despertó de su sueño.

Álex Mumbrú ya había avisado el día anterior de que los últimos tres minutos ante el Barcelona habían sido un mundo, pero intentaron esconder el desgaste físico para seguir haciendo historia. El equipo vasco expresó sus intenciones de meterse en la final copera desde el primer segundo. Eso indicaba el marcador (6-2) en el arranque, en el que Hannah ya sorprendió con un triple. Para contestar aparecieron Oliver y Seeley. Al rebote, ninguno destacaba por encima del otro, pero en cuanto a acierto, el Bilbao iba un paso por delante (22-15).

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