En el deporte hay múltiples ejemplos de falta de respeto a los árbitros. Pero a veces son los colegiados los que no están a la altura de su puesto. David Torres se quedó a cuadros cuando al terminar el partido contra Portugal en la Copa Latina, el árbitro italiano Filippo Fronte se negó a darle la mano. Habían tenido sus más y sus menos durante el choque, con dos azules para el jugador coruñés, una por protestar y otra por celebrar un gol. Fue un campeonato accidentado para los jugadores del Liceo porque Pau Bargalló se vio obligado a abandonar la concentración al sufrir precisamente durante el encuentro contra los lusos una lesión en el hombro que pone en duda su concurso el sábado en el duelo contra el Barcelona de la vuelta de cuartos de final de la Liga Europea.

Portugal se ha convertido en los últimos años en la bestia negra de España en categorías inferiores. Sobre todo para los de la generación del 94, con un Helder Nunes que muestra galones y méritos para convertirse en el mejor jugador del mundo -en Italia fue el máximo goleador con nueve tantos, por tres de sus perseguidores-. Por eso el partido de la segunda jornada de la Copa Latina entre ambas selecciones estaba marcado en rojo. El que ganara seguramente sería el campeón. Los lusos se impusieron claramente por 5-1, con tres tantos de la estrella del Porto. Pero el duelo no estuvo exento de polémica. Y a David Torres le tocó ser protagonista.

El coruñés recibió su primera tarjeta azul al protestar porque se le había anulado un gol. Según fuentes de la selección, tan solo le había dicho al árbitro "due gol", en referencia a que era el segundo tanto que no subía al marcador de la selección española. Los nervios estaban a flor de piel porque a España no le estaban saliendo las cosas. Después, con el 5-0, el del Liceo se encargó de lanzar un penalti y comenzó la guerra psicológica.

El portero recibió una advertencia por adelantarse y le mandó besos al coruñés para intentar ponerle nervioso. Pero Torres mandó a las redes la bola y reaccionó con rabia, gritando gol al meta portugués. Y el árbitro italiano no se lo pensó: azul al español, al seleccionador Quim Paüls y roja a su segundo, Alejandro Domínguez. No fue lo último. Finalizado el partido, el verdiblanco se acercó al colegiado para darle la mano y pedirle explicaciones. Pero Filippo Fronte se negó. "Estuvo fuera de lugar. En general, los árbitros no estuvieron al nivel y no es por disculpar la actuación de España, que no jugamos bien en algunos momentos", resume José Luis Huelves, delegado de la selección.

Los jugadores del Liceo se llevaron la peor parte de la derrota contra Portugal. Porque Pau Bargalló se lesionó en el hombro y tuvo que abandonar la concentración y coger un avión con destino a Barcelona, donde fue sometido a pruebas y es duda para el sábado medirse al Barcelona. El conjunto verdiblanco ya estaba en cuadro, con Toni Pérez con problemas de pubalgia y Josep Lamas de espalda. Ambos se perdieron el derbi frente al Cerceda y las bajas para recibir a los culés podrían ascender a tres.