De los 16 triunfos del Leyma, más de la mitad son fruto del trabajo en equipo, la constancia y esa capacidad de no darse nunca por vencido. El de ayer ante el Barcelona (76-71) fue de los que se recuerdan pasados los años. Una auténtica montaña rusa. Con lupin, pero con final en alto. Gracias, sobre todo, a la actuación de Peña en el último cuarto.

El partido no pudo empezar peor. El Básquet Coruña no aparecía ni en ataque ni en defensa, dejando vía libre a su rival, que se aprovechó de la situación. El parcial de 0-8 (2-12) deja constancia del desastre. Los balones llegaban una y otra vez a Beka Burjanadze, que tampoco estaba muy acertado de cara el aro.

Como solución, los tiros exteriores. Los triples de Stelzer permitieron al conjunto local meterse en el encuentro y acercarse peligrosamente al Barça. Lakovic, Monaghan y Mazaira anotaron desde la línea de 6,75 de manera consecutiva, lo que disparó el marcador hasta el 29-30.

Cuando más cerca estaba el Leyma de hacerse con el control, más se relajaba. Errores absurdos al filo del descanso lo llevaron a encajar un parcial de 0-10. Olmos y Beka intentaron arreglar el panorama para que volviese la igualdad en los últimos 20 minutos (35-44).

El Leyma salió a por todas en el tercer cuarto. Dos triples de Monaghan y una canasta de Burjanadze avisaban al equipo azulgrana de que no sería fácil sacar algo positivo de su visita al Palacio de Riazor.

Y aún así, el Barça lo intentó. Pero llegó Peña para asustar a los visitantes y poner en pie a una afición súper entregada. El dominicano se movió por la pista como pez en el agua y animó también a Burjanadze a sumarse en el ataque. Una auténtica maravilla. Así llegó la decimosexta victoria del curso, que vale doble, pues deja atrás a un rival directo que nunca bajó los brazos y fue liderado por Mbaye. De nada sirvió. La marea naranja arrasó con todo (76-71).